El Villarreal CF sumó un importante punto en su visita a Balaídos y amplía a catorce las jornadas consecutivas que lleva sin perder en el campeonato doméstico. Fue un encuentro muy igualado, en el que ambos equipos dispusieron de ocasiones, pero las defensas y los porteros estuvieron muy acertados y el marcador no se movió en los 90 minutos.

El submarino empezó el partido con actitud y con el firme propósito de hacerse pronto con el control del balón y poner contra las cuerdas a los locales. Los de Marcelino García Toral, que dio descanso a algunos de sus jugadores más habituales, eran conscientes de que no solo había tres puntos en juego sino también la posibilidad de dar un nuevo golpe en la clasificación y alejar un poco más si cabe a un rival en su lucha por Europa.

Pero el objetivo del Celta también era luchar por Europa y, tras unos primeros minutos de tanteo, el equipo gallego fue aproximándose a la portería defendida por Areola. No con demasiado peligro, pero sí poniendo a prueba al portero del conjunto amarillo con sendos lanzamientos de Orellana.

Fallo de Bakambu

Por el Villarreal el primero que lo intentó fue Bakambu, pero el delantero del Villarreal se pensó demasiado su lanzamiento y, cuando chutó, el meta Sergio desbarató la jugada.

La había tenido el conjunto de la Plana Baixa, sin embargo, no había sido capaz de abrir el marcador, así que había que seguir trabajando para conseguirlo en la siguiente jugada. O en las que sucesivamente se dieran. Pero el que más cerca estuvo de hacerlo instantes después del fallo del submarino fue el Celta, que se topó una y otra vez con un gran Areola que anulaba cada lanzamiento de los locales.

Los de Berizzo empezaron a apretar más de lo previsto y el Villarreal volvió a demostrar por qué es uno de los equipos a los que cuesta más hacerle un gol este año. Cuando no era Areola con sus paradas era cualquiera de los futbolistas de la defensa amarilla el que sacaba limpiamente el balón, manteniéndose la igualada a cero en el marcador de Balaídos.

Justo cuando se llegaba al descanso volvió a ser protagonista Bakambu, pero de nuevo el delantero del Villarreal erraba su lanzamiento, un chut que fue el último antes de que los dos equipos se marcharan al descanso.

La segunda parte empezó sin cambios en ninguno de los dos equipos y con una jugada de Bakambu que sacó un futbolista del Celta desde la misma línea de gol. Los dos planteles había disfrutado de ocasiones en el primer tiempo y parecía que el segundo no iba a variar en exceso, y que sería alguna jugada puntual o individualidad la que decantara la balanza a favor de uno u otro equipo ya que las fuerzas estaban muy igualadas.

A Marcelino le tocó variar algo su planteamiento con la lesión de Leo Baptistao, quien se retiró con una herida en la tibia y fue sustituido por Samu Castillejo. Y, minutos después, fue Adrián López el que saltó al terreno de juego, dejando más o menos el equipo como estaba pero refrescando al equipo. El partido estaba algo atascado y el Villarreal no llegaba con claridad a la portería gallega, ya que perdía demasiados balones en el centro del campo y no acababa de entrelazar jugadas de verdadero peligro. Fue entonces cuando Marcelino pensó en el capitán, en Bruno, para romper la tónica que se estaba dando y para tratar de encontrar claridad a la hora de organizar el juego desde el centro del campo.

Pero el cansancio físico empezaba a pasar factura a los futbolistas del Villarreal y empezaron a flojear en momentos puntuales, dando alas al Celta, que no aflojó el ritmo en ningún momento. Tanto es así, que fueron los gallegos los que generaron las últimas ocasiones de peligro en el área amarilla: un peligroso lanzamiento de falta en la frontal del área y dos córners que Areola detuvo sin problemas, permaneciendo el 0-0 inicial.