El departamento de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana realizó ayer la suelta de un ejemplar de tortuga caretta caretta, conocida popularmente como tortuga boba, en la playa del Arenal de Borriana, después de haber estado semanas aplicándole tratamientos de recuperación que le permitieran volver al mar y llevar una vida totalmente autónoma sin problemas para la supervivencia. Según explicó uno de los técnicos encargados de la suelta, «el ejemplar que hoy devolvemos al mar tenía problemas por haber ingerido plásticos que se depositan en el estómago y no les permiten ni comer, ni respirar como necesitan». El ejemplar fue recuperado por uno de los barcos de pesca de Borriana perteneciente a la Cofradía de Pescadores, que ayer recordaba que en los últimos veinte años han recogido alrededor de unos 300 ejemplares de esta tortuga típica del Mediterráneo. Tras avisar a 112, el ejemplar fue trasladado hasta Ara del Mar del Oceanogràfic de Valencia donde ha vivido todo el proceso de recuperación.

El acto que culmina el proceso de recuperación del ejemplar de tortuga que ayer volvió al mar a través de la playa del Arenal, estuvo marcado por la presencia de decenas de escolares que no quisieron perderse una cita que no suele producirse en muchas ocasiones cerca de sus hogares. Así, el ayuntamiento invitó previamente a los alumnos del CPEE Hortolans, que puntuales a la cita, esperaron con rigor y expectativa los minutos de retraso con los que se soltó la tortuga. Antes de emprender su camino de diez o doce metros antes de llegar al mar, cada uno de los alumnos pudieron observarla y hasta tocar el caparazón de un ejemplar que dejó con la boca abierta a la mayoría por su tamaño. Aunque de forma improvisada también estuvieron en la suelta algunos alumnos del Colegio Villa Fátima, que tras participar en la plantación de varias especies en una cercana de la misma playa, no dudaron en acudir hasta el Arenal para disfrutar del espectáculo. También estuvieron presentes varios representantes municipales.

Gracias a la espontaneidad de una de las niñas presentes en la suelta, la tortuga quedó bautizada como «Willy», y esperan que esté bien en su vuelta al mar y no necesite más ayuda.