Se sigue repitiendo la historia en un Borriol que tiene que hacer examen de conciencia, a parte de insistir en mejorar el aspecto ofensivo porque un equipo al que le cuesta mucho marcar goles no se puede permitir la licencia de perdonar y perdonar al rival, tanto en casa como en las salidas. Ayer el equipo de Pedro Fernández Cuesta hizo un partido aceptable en el campo del Paterna, rival directo, pero no pasó del empate. Se dejó dos puntos en el Gerardo Salvador. Y esa es la sensación de los dos últimos meses donde el equipo juega y trabaja para conseguir algo más, pero por unas cosas o por otras el vaso siempre se le queda medio vacío.

Con el viento en contra arrancó el partido el conjunto de la Plana Alta. Le costó al equipo de Pedro Fernández Cuesta hacerse con el control de la situación. Cara a cara dos equipos necesitados de puntos y la responsabilidad por ganar y por no perder se notó. Los valencianos empezaron llevando el control de la situación. Tampoco pasó muchos apuros el joven arquero rumano Edy Miculescu. Fue, en resumidas cuentas, un querer y no poder de los dos equipos por acercarse a la portería rival.

David Colomer, el joven delantero almassorense del Borriol, volvió a ser el mejor del equipo. Él tuvo una clara ocasión al filo del descanso que estuvo a punto de traducirse en el 0-1, pero se encontró con el acierto del portero local Xenxo. Fue la acción más peligrosa que se vio en ambas áreas, porque de centrocampismo y de toque de balón hubo mucho, pero las áreas se pisaron muy poco.

En la segunda parte, con el viento a favor, los borriolenses tampoco fueron capaces de hacerle daño a un Paterna que la verdad sea dicha apenas inquietó la portería de Edy. Los de Fernández Cuesta llegaron a ejecutar seis saques se esquina casi consecutivos, pero todo quedó en buenas intenciones y poco más. Así es que al final nuevo empate para el Borriol con sabor agridulce. Ahora lo de siempre: el punto tendrá que hacerse bueno el domingo ante el Recambios Colón.