Los mesones de vino y de la tapa y la cerveza han vuelto a cosechar un éxito de público en estas fiestas de la Magdalena. Las dos citas han sido de las más concurridas de la oferta gastronómica que ha preparado este año la Junta de Festes.

La tradición y sus productos han pesado y centenares de castellonenses han sido fieles a la cita con estos mesones. A la gente no le ha importado el cambio de ubicación y ha vuelto a llenar las carpas del mesón del vino de la plaza Antonio Ferrandis de Rafalafena y el mesón de la tapa y la cerveza del bulevar Blasco Ibáñez.

El evento de Rafalafena, que ha organizado la Indicación Geográfica del Vino, ha reunido durante nueve días a doce bodegas de diversos municipios de Castelló. Los bodegueros de la provincia han irrumpido en el sector con fuerza desde hace unos años con una producción de calidad. Esta circunstancia ha sido valorada por el público que ha asistido al mesón. El primer día, tras el lanzamiento de la primera mascletà de las fiestas, su carpa y las calles de alrededor registraron un lleno total, y esta tónica se ha repetido hasta su clausura en el día de ayer.

Cabe decir que ha acompañado a los caldos con queso, jamón y platos populares de Castelló.

La XVI edición del mesón de la tapa y la cerveza en Blasco Ibáñez también se ha erigido en un puntos neurálgico de las fiestas. El abanico de tapas de las 17 casetas participantes ha triunfado en estas fiestas.

La Magdalena de 2016 ha presentado la oferta gastronómica más amplia de los últimos años. Además, se han montado en diversos puntos de la ciudad. Aparte del mesón del vino de Rafalafena y el de la tapa y la cerveza Enrique Querol, cabe citar el Magdalena Streetfood Experiencie en la plaza Columbretes, el centro asturiano en Tetuán y la feria de cerveza artesanal en Pont i Gol.