La Junta de Festes muestra su satisfacción por la organización de su primera Magdalena y por la respuesta del público a las novedades introducidas, pero en el seno de la misma han aparecido las primeras diferencias internas. Varios integrantes de la junta prevén presentar su dimisión por discrepancias con la gestión, según han revelado a este diario desde la entidad festera.
Eluden ofrecer sus nombres para no amplificar los problemas, pero admiten que entre dos y tres miembros se darán de baja de la junta de Juanvi Bellido. Asimismo, subrayan que «otros muchos» dirán adiós «si no cambian las cosas». Reprochan que algunos de la junta se han dedicado más a figurar que a trabajar. Consideran que debe haber más corresponsabilidad para un trabajo que es voluntario y que no comporta ningún ingreso económico.
Estas divergencias sorprenden por la prontitud que se producen, ya que la actual junta tomó posesión hace apenas cinco meses, el pasado 17 de octubre. Parece que la presión que ha soportado para programar las fiestas en este corto periodo de tiempo ha pasado factura.
Además, ha coincidido con la puesta en marcha del nuevo Patronato de Fiestas, que ha cedido al ayuntamiento la gestión económica mientras la junta se encarga sólo de la organización. Ha perdido la independencia de antaño y sus decisiones han de ser refrendadas por el ejecutivo local, pero ha se ha ganado en transparencia en cuanto al manejo del presupuesto de fiestas, que procede en un 80 % del erario municipal. Cabe tener en cuenta que la nueva Junta de Festes es más colegiada y presume de que su forma de actuar se fundamenta en el diálogo y el consenso, a diferencia de la época de ordeno y mando del anterior presidente de la junta, Jesús López, con quien toda discrepancia o dimisión hubiera sido impensable.
La junta de Bellido integra a doce personas procedentes de diversos ámbitos de la fiesta y de diferentes sensibilidades. Ha tenido un escaso margen para impulsar las fiestas de este año. A partir de ahora espera que con más sosiego las aguas se calmen y se limen las asperezas.
En el seno de la dirección festera destacan que se ha logrado organizar una de las fiestas más participativas de los últimos años. Resaltan que nunca se había puesto en marcha una oferta gastronómica y de animación tan amplia como la edición de la Magdalena de 2016. Y el nuevo presidente ha dejado de capitalizar, añade, la junta como sucedía en la etapa de López.
