Torreblanca es esta semana la capital provincial del arte urbano. El certamen de pintura Cítric, impulsado por la concejalía de Cultura con el patrocinio de la empresa local Infertosa, ha vuelto a sacar a la calle a cuatro artistas de la escena nacional para darle colorido a dos fachadas sin pintar. Isaac Mahow y Xelon terminarán hoy su obra, mientras que Sebas Velasco y Dulk comenzaron ayer a preparar su mural. Son la segunda y la tercera intervención del festival.
«Estamos llevando el arte a la calle, que es donde debe estar», explicó el concejal de Cultura Carlos Albert, que remarcó que el objetivo del certamen es «pintar paredes grises o blancas para darle un colorido diferente a Torreblanca». Partiendo de la idea de MIAU de Fanzara y con el patrocinio de Infertosa, el Ayuntamiento de Torreblanca puso en marcha este festival «para intentar atraer a la gente con nuevas propuestas. Hay mucha gente que hace turismo de esto», dijo Carlos Albert.
El primer requisito para llevar a cabo estas obras es disponer de un muro. «Los vecinos nos ofrecen sus fachadas, analizamos si son visualmente atractivas y si a los artistas les convence, damos ese paso. Hacemos muros más grandes incluso que los de Fanzara con artistas igual de buenos», señala Albert. «Nos adaptamos a la disponibilidad de los artistas. Normalmente cobran cuatro o cinco veces más de lo que cobran aquí. Buscamos fechas que tengan libres. Creamos un festival con un coste económico bastante bajo», dijo Carlos Albert.
Trabajo colaborativo
Cítric arrancó en noviembre con el madrileño Spok y el extremeño San, que pintaron el trinquete. El valenciano Xelon y el aragonés Isaac Mahow empezaron su obra el pasado viernes en la calle Santa Lucía, que hoy terminarán. «Al ser un trabajo colaborativo, elegimos un tema fácil como es un beso entre algo tecnológico y algo natural. De ahí empezamos a fluir porque la persona con la que pinto hace siempre robots y yo hago animales y humanos», explicó Isaac Mahow.
Estos dos artistas no habían pintado nunca juntos, aunque esto no les ha supuesto ninguna dificultad para realizar un trabajo compartido. «En un principio cada uno hace su personaje pero al hacer por ejemplo una mano detrás del robot, estoy interactuando con él. Nos vamos fundiendo. Al final, todo se integra. No vamos por separado. Tenemos una idea en común y vamos a hacer algo en conjunto», indicó Isaac Mahow. Para el artista aragonés, «lo bonito es que nos permitan hacer un muro grande, en condiciones y que el arte fluya».
La tercera intervención de Cítric será obra del valenciano Dulk y el burgalés Sebas Velasco, que comenzaron ayer en una fachada de la calle Zaragoza de Torreblanca. La organización espera tener cinco o seis murales antes del verano dentro de esta iniciativa.
De momento, son cada vez más los vecinos del municipio que ofrecen sus paredes para el certamen. «Es bonito ver cómo la gente pasa con el coche y para cinco o diez minutos a verlo», remarca Carlos Albert.
