Las aves carroñeras disponen de un salón de banquetes al aire libre en Villahermosa del Río. Este municipio del Alto Mijares fue pionero en la provincia en la puesta en marcha de un muladar que dispensa alimento a especies como la del buitre leonado, a la vez que da salida a los animales muertos de las granjas.
El proyecto nació hace casi dos décadas como respuesta a la nueva normativa que impedía depositar en el campo el ganado muerto. Dicha prohibición entrañó un sobrecoste para los granjeros, al tener que pagar por el servicio de recogida de cadáveres, y dejó a las aves carroñeras sin una fuente de alimento. Para solventar ambos problemas, el ayuntamiento -con la colaboración de la empresa promotora de los parques eólicos- impulsó la construcción del muladar, que dio salida a los despojos animales y contribuyó al mantenimiento de la importante colonia de buitres leonados, además de las de alimoche, milano e incluso águila real.
El comedero ocupa una zona alta y abarca una superficie vallada de una hectárea. Un trabajador del ayuntamiento se encarga de recoger los cerdos muertos de las granjas y dos veces por semana realiza aportes al muladar. De media, se depositan semanalmente 500 kilos de carne, de los que dan buena cuenta los carroñeros. Además, el muladar incluye un observatorio de aves que recibe la visita periódica de biólogos, ecologistas y fotógrafos naturalistas, ya que se trata de un mirador inmejorable para contemplar el espectáculo de los imponentes buitres leonados.
El comedero es un sustento fundamental para el buitre y otras aves carroñeras. Entre 200 y 300 ejemplares acuden periódicamente en busca de alimento. La población de buitre se ha estabilizado e incluso ha colonizado nuevos enclaves. El ayuntamiento descarta aumentar los aportes de carroña para no generar un desequilibrio.
El muladar de Villahermosa es la prueba palpable de que es posible conjugar una actividad económica como la ganadera con el mantenimiento de la biodiversidad.
