Los productos sin gluten han proliferado en establecimientos y supermercados en los últimos años especialmente espoleados por la sensibilidad en este ámbito de Mercadona. Pero se dan casos contados en tiendas de barrio o artesanales. En Castelló de la Plana existe unas de las escasas panaderías de la Comunitat Valenciana que ofrece toda la bollería, pan, pasteles, tartas o cocas sin gluten.
«Todos los productos que se realizan son sin gluten y el 70 % no tiene lactosa», destaca Jaime Quirante, que gestiona desde hace tres años Can Celiac junto a su esposa, Dámaris Zafra. «Decidimos abrirlo porque hacía falta. Al colectivo celiaco parece que nadie lo tenga en cuenta. A nivel industrial se trabaja con productos sin gluten, pero en el mercado artesanal estaba dejado de lado», afirma Quirante, que asegura que su tienda, situada en la calle Obispo Climent, es la única de la provincia que el 100 % de su producción es sin gluten. A nivel nacional «también hay poquísimos locales», resalta.
Afirma que si se mezclan productos normales con otros sin gluten estos segundos se pueden ver contaminados por los primeros. De esta manera, garantiza un servicio sin ingredientes que causen intolerancia a los celiacos.
El género en Can Celiac es amplio. Es panadería, pastelería, y cafetería y la elaboración es artesanal. Confecciona pasteles y tartas personalizadas. Por ejemplo, hay tartas con dibujos relacionados con la hípica o con dibujos animados como Peppa Pig o la Patrulla Canina.
«Ofrecemos todo lo que se puede encontrar en una panadería normal», destaca Quirante. En bollería hay cruasanes, ensaimadas, mostachones y hojaldres de manzana, entre otros. De salado podemos encontrar coca con tomate o chimos. En pan hay de todas las variedades. La única diferencia es que todo está preparado con harina de maíz, arroz o patata, es decir con ingredientes sin gluten.
Es, además, una cafetería donde se puede desayunar bollería o un bocadillo con un cortado sin lactosa. También dispone de cerveza sin gluten. El sabor no desmerece a un producto normal y se nota la mano artesanal, incluso, hay clientes que afirman que están «mejor que los normales».
Can Celiac no sólo atrae a clientes intolerantes al gluten o la lactosa. También hay personas que subrayan que los productos sin gluten son más saludables. «Desde que he dejado el gluten y los lácteos ha mejorado mis analítica», indica una clienta. «Aunque no tengas intolerancia al gluten te sienta mejor», afirma otra. «He probado casi todas las marcas y aquí no hay color», añade Arancha mientras almuerza en Can Celiac. Ella descubrió su alergia al gluten hace apenas unos meses y destaca que en la panadería de Obispo Climent puede disfrutar de bollería artesanal sin gluten de primer nivel y que, además, «está buena».
La afluencia de personas al pequeño local pone de manifiesto el éxito de esta experiencia. Los vecinos con intolerancia al gluten o a la lactosa tienen un aliado en Can Celiac.
