Las fiestas de Vila-real redefinen sus espacios para potenciar la fiesta y garantizar tanto la facilidad de acceso a los recintos como el descanso de los vecinos. Con este objetivo, las festejos patronales se estructurarán en tres espacios fundamentales: el Recinto de la Marcha, que se mantiene en el párking de la avenida Europa; la Feria de la Tapa, que se trasladará a la calle Hospital, junto al recinto del bou per la vila; y la feria de atracciones, que se ubicará en el jardín de Jaume I, en el solar que deja libre el traslado de la Tapa.

El concejal de Fiestas, Javier Serralvo, acompañado del presidente de la Junta de Festes, José Pascual Colás, y el presidente de la Comissió de Penyes, Juanjo García, dio a conocer ayer las principales novedades de la reestructuración de los espacios festivos, que se completan con los toldos de la avenida la Murà, el Centro de Congresos, Ferias y Encuentros o las plazas Mayor y del Labrador, entre otros puntos de la ciudad. «De esta manera, estructuramos la fiesta en varios espacios para potenciarlos como puntos de encuentro de las peñas, de los vecinos y visitantes», argumentó Serralvo.

Una de las principales novedades está en la Feria de la Tapa, un recinto promovido por la Comissió de Penyes que cambia de ubicación para «recuperar la esencia de una iniciativa que ha funcionado muy bien, pero que en los últimos años había perdido fuelle», señaló el presidente de los peñistas. Con este objetivo, el recinto de la Tapa se ubicará en la calle Hospital, entre el Barranquet y la calle Pere Dahera, en una carpa de unos 250 metros cuadrados. «Hemos barajado diferentes ubicaciones y finalmente se ha decidido llevar la tapa cerca de la vila, ya que los actos taurinos siempre movilizan a más gente», agregó García. La idea de las peñas es trabajar con cuatro hosteleros y «recuperar las comidas tradicionales y la esencia de lo que ha sido la Feria de la Tapa algunos años atrás».

Este cambio de ubicación libera el solar junto al jardín de Jaume I, que será ocupado por la feria de atracciones. «Hemos hablado con los feriantes y están de acuerdo en esta nueva situación, más próxima a los principales puntos de actividad de las fiestas», señaló Serralvo, quien destacó que todos los cambios «se han hecho desde el consenso» entre todas las partes implicadas.

El último de los espacios de referencia en las fiestas patronales será el Recinto de la Marcha, que será gestionado este año de manera más directa por la Junta de Festes. «El recinto contará con cuatro puestos de hostelería y se mantendrá en la misma ubicación, en el aparcamiento frente al Palacio de Justicia», señaló Colás, que avanzó además que, una vez adjudicados los puestos, empezará a diseñarse la programación de actividades en el espacio, con el objetivo de seguir potenciándolo como «un punto de encuentro donde continuar la fiesta sin molestar a los vecinos». «En definitiva, con estos cambios tratamos de que la Feria de la Tapa vuelva a ser lo que era y darle un nuevo impulso a los diferentes espacios de las fiestas», concluyó finalmente Serralvo.