Este fin de semana, tras el parón por la disputa de la Copa de España, se reanuda la competición en la Liga Nacional Fútbol Sala y lo hace con una verdadera odisea para el Peñíscola RehabMedic. El conjunto castellonense deberá de recorrer unos 2.000 kilómetros para jugar en la cancha del Burela Pescados Rubén un partido vital para las aspiraciones de los dos equipos. Los dos conjuntos se encuentran ahora mismo empatados a puntos en la clasificación y se encuentran en plena lucha por una plaza que da acceso al play-off por el título de Liga.

Pero, para afrontar este importante compromiso, los pupilos de Carlos Sánchez deberán darse una verdadera paliza de carretera para llegar hasta la pequeña localidad lucense donde se disputará el encuentro. Concretamente desde Peñíscola hasta Burela hay una distancia de 988 kilómetros, por lo que según han indicado desde el club del Baix Maestrat, la expedición saldrá el jueves a las 20.00 horas de Peñíscola para afrontar un duelo que se jugará el próximo sábado a las 18.30.

La expedición viajará toda la noche para llegar a Burela el viernes a la hora de almorzar. Después del trayecto, el Peñíscola realizará un entrenamiento para estirar y dormirá en la población. Tras el partido del sábado en el Pabellón Municipal de Vista Alegre, la expedición del Peñíscola retornará a casa después del partido y llegará el domingo por la mañana a su destino.