El grupo popular aprobó ayer en solitario una moción en defensa de las diputaciones poniendo a la de Castelló como «ejemplo de sentido común al servicio de los ciudadanos de los 135 municipios». Javier Moliner se quedó solo en la defensa de la institución provincial, ya que el resto de grupos -PSPV, Ciudadanos, Compromís y Castelló en Moviment- abogaron por su supresión.

El debate plenario se tensó cuando el portavoz del grupo socialista, José Benlloch, exhibió «la foto de la vergüenza». En ella aparecían los expresidentes de las diputaciones de Castelló, Alicante y Valencia, Carlos Fabra, José Joaquín Ripoll y Alfonso Rus, de los que señaló que «uno está a la sombra, para otro piden 17 años de prisión y el otro está investigado en la Operación Taula». De esta manera, Benlloch quiso ilustrar «lo que han sido las diputaciones en los últimos 20 años en la Comunitat Valenciana», acusando al PP de haber favorecido el «desprestigio» de las instituciones provinciales y de utilizar el poder «para dilapidar el dinero público y establecer un criterio arbitrario y discriminatorio de reparto de los fondos públicos».

El vicepresidente de la diputación Vicent Sales salió al paso de las críticas asegurando que «los delincuentes van a la prisión, pero las instituciones válidas para los ciudadanos no se cierran».

El portavoz socialista propone la transformación de las diputaciones a partir de una reforma integral que priorice los criterios «estrictamente técnicos». Aboga por que sean «los representantes legítimos elegidos por los ciudadanos en cada municipio los que regulen las líneas de ayuda y subvenciones necesarias para las diferentes localidades de la provincia, y no como ahora, en la que los órganos de gobierno no han sido elegidos directamente por los vecinos». Plantea convertir la diputación en un foro de alcaldes que mantendría los técnicos y los funcionarios «al servicio de los municipios», eliminando su peso político.

Por su parte, el portavoz de Compromís, Xavier Trenco, reprochó al PP «el modelo centralista de diputación» y recordó que la provincia es de las que menos mancomunidades tiene porque «no les ha interesado potenciar las uniones de alcaldes». En la misma línea se pronunció la portavoz de Castelló en Moviment, Anna Peñalver, quien aseguró que en la actualidad los pueblos pequeños han visto mermada su autonomía al tener que invertir donde la diputación quiere.

También la portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda, se postuló contra la institución provincial al defender la eliminación de las diputaciones para reducir el gasto público, puesto que los servicios que presta «pueden gestionarse a través de mancomunidades, fusiones o consejos de alcaldes».