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Opciones

Hablaba Mourinho sobre los entrenadores que llegan a un equipo con la temporada en marcha. Según el portugués, se pueden tomar siempre dos opciones determinadas: «seguir por el camino de la ruptura psicológica o seguir por el camino de la ruptura metodológica». La primera, con la que señalo a Calderé y al Kiko prenavideño, «se trata de un proceso con efectos a corto plazo porque agita la cabeza de los jugadores, pero deja de ser efectiva cuando las cosas comienzar a estar definidas en términos de quién juega y quién no juega». «A partir de ese momento», dice Mou, el entrenador puede «dejarse embaucar y todo sigue igual u optar por la ruptura metodológica». Ésta, al contrario que la psicológica, «es duradera porque introduce transformaciones estructurales, y las modificaciones son necesarias tanto en la filosofía de trabajo como en el modelo de juego».

Y Kiko, aquí te quiero ver. Allá donde fracasó Calderé se juega el Castellón la temporada. Una vez marchita la excitación que sigue al cambio de mando en el banquillo, el fútbol exige una estructura de trabajo principalmente táctico que sostenga la aventura. Ahí trituró el trabajadísimo Linares al descuidado y sobreexcitado Castellón en la promoción, y por ahí asoman ahora algunos síntomas. Por el momento, Kiko está tentado, como Calderé, de usar dos delanteros. Y como a Calderé, hasta ahora, cuando ha recurrido a ellos, en casa o fuera, el plan no le ha funcionado, el equipo ha empeorado, ha perdido control y no ha ganado nada. En el pasado, Calderé rectificó a tiempo para campeonar en primavera, pero abrazó de nuevo la apuesta el día clave, en Castalia contra el Linares. El final de la historia todos lo conocemos.

El meollo de ésta, de conclusión aún incierta, comienza el domingo. Club y afición homenajearán al fallecido Pérez, mito verdadero del albinegrismo. Es recomendable recordar la entrevista que el club le realizó un par de años atrás, está en Youtube. Pérez, el portero tranquilo, esbozaba con naturalidad la actitud conveniente frente al porvenir próximo del Castellón, del fútbol y de la vida. «No me sofoco de res, ya saldrá lo que tenga que salir. Da igual que te sofoques que no te sofoques». Pérez avisaba al utilero y dormía en la camilla antes de cada partido. Sin dramas, ojalá un hueco ahí, para soñar con el ascenso.

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