El joyero aragonés Luis Gonzalvo, afincado en Vinaròs, vuelve a ser noticia por una de sus últimas creaciones, un cáliz con un Cristo Resucitado de plata. Un cáliz del siglo XXI.

El también conocido como hijo de «La Chunga» ha sido noticia por sus trabajos de restauración de varias piezas del tesoro de la arciprestal vinarocense y por haber creado el bolso joya de madera más caro del mundo.

Este maestro de la joyería tuvo meses atrás un curioso encargo por parte del arcipreste Emili Vinaixa, «fue curioso porque un día vino Emili y me dijo que en la arciprestal había cálices de todos los siglos, pero le faltaba uno del siglo XXI. Me dijo házmelo», explicó Gonzalvo.

«Como es un cáliz del siglo XXI, con leds, con usb,? En ese momento no sabes cómo hacerlo. ¿Cómo se hace un cáliz del siglo XXI?», comentó el joyero, que añadió que «son de esos encargos que primero te dejan helado y después vas pensando historias, entonces se me ocurrió que mejor que el propio Cristo Resucitado para ofrecernos su sangre».

Este peculiar cáliz es un Cristo Resucitado, cubierto en parte por el sudario, que soporta la copa del cáliz. Gonzalvo explicó que pesa entorno a los 400 gramos y es de plata maciza. Un proyecto al que dedicó tres semanas, «lo primero que hico fue tallar los originales en otro material, yo utilizo resina, después hacer los moldes y la fundición».

El joyero afincado en el municipio de Vinaròs relata que «para soldar las piezas utilicé la boquilla para fundir plata, no el soplete de microaguja que utilizamos en joyería, ya que no es lo mismo hacer una pieza pequeñita que una grande», explicó Gonzalvo que añadió, además, que «es un trabajo quizás más basto, el de soldar, pero luego tiene toda su finura el repasar la soldadura, que no se note, retallar donde se ha cubierto la soldadura para que todo sea un uno».

Por último, Gonzalvo dijo que «lo divertido de mi oficio es que te hagan un encargo así, además soy católico y para mí es un honor hacer un cáliz. Que te hagan un encargo que te digan 'quiero un cáliz del siglo XXI y quiero que lo hagas tú', que te den libertad, es todo un honor. Y más que después le guste a quien te lo ha encargado», añadió Gonzalvo.