El retraso en la constitución del Gobierno Central afecta a la cesión del antiguo tramo de la Nacional 340 al Ayuntamiento de Vinaròs y con ello las actuaciones que el consistorio contempla entorno esta infraestructura viaria.
El edil de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Jan Valls, lamentó que el Ministerio de Fomento aún no haya cedido al Ayuntamiento el antiguo tramo de esta nacional, después de inaugurase la variante a mediados de octubre del año pasado.
También debe ceder el ministerio al consistorio los tramos que van desde la variante hasta la ciudad de las carreteras nacionales 232 y 238. Además, en el caso de la antigua N-340 también se cede la zona de servicios existente junto la misma.
Valls espera que tan pronto haya un nuevo gobierno se agilicen los trámites para ceder al ayuntamiento estos tramos de carretera y así poder empezar una serie de actuaciones encaminadas a descongestionar el tráfico en la costa norte.
Y es que, el equipo de gobierno contempla dentro del presupuesto de este año «una partida económica para adecuar varios caminos que conectan la N-340 con la carretera de la costa».
Valls explicó que el objetivo es eliminar tráfico en la avenida Francisco José Balada, conocida también como carretera costa norte, «lo que permitirá dejar en un solo sentido esta carretera, con lo que se mejoraría la seguridad para ciclistas y peatones».
Un proyecto que no es a corto plazo, matizó Valls, quien apuntó que con el asfalto de varios caminos que conecta la antigua nacional con la carretera de la costa, «se podría reducir el tráfico de este último vial mientras no se materializa la transformación de esta carretera en un solo sentido, que en un principio será de norte a sur».
Adecuar deficiencias
Regresando a la antigua N-340 Valls dijo que en la reunión mantenida con los responsables de la Dirección General de Carreteras se reivindicó desde el ayuntamiento que se hiciera cargo de adecuar las deficiencias de pavimento y cunetas, las que no tragan suficiente agua cuando hay fuertes lluvias, así como la instalación de alumbrado en las nuevas rotondas de acceso a la variante, lo que mejoraría la seguridad.
También se puso sobre la mesa el puente del río Cervol, punto conflictivo ya que en caso de fuertes lluvias podría provocas inundaciones en puntos de la costa norte cercanos al cauce. De ahí que se pidiera a carreteras que se hiciera cargo del derribo y construcción de un nuevo puente. Un tema que ha de seguir negociándose en próximas reuniones.
Recordar que hasta el 2015 el ministerio aportaba una cantidad económica a los ayuntamientos a los que traspasaba las carreteras nacionales, según la longitud del tramo cedido, con el fin de mejorar la vía. Ese año se eliminó esa cantidad económica, de ahí que los ayuntamientos deban negociar ahora con Carreteras para conseguir mejoras sin gravar las arcas municipales.
