Tras la visita del FC Barcelona, el Villarreal CF ya ha recibido esta temporada en El Madrigal a todos los equipos de la zona alta de la clasificación y el balance no puede ser más bueno. Polémicas arbitrales como la del pasado domingo al margen, el equipo que dirige Marcelino García Toral se ha erigido en un matagigantes ya que ha salido airoso en todos los enfrentamientos contra rivales de la parte noble de la clasificación de Primera División.

El primero en ceder en el feudo vilarrealense fue el Athletic Club, que perdió por 3-1; después la visita fue del Atlético de Madrid, que se marchó de tierras vila-realenses con un 1-0 en contra. Semanas después fue el Sevilla FC el que se enfrentaría al Villarreal a domicilio, perdiendo también por 2-1; mientras que los partidos jugados por el submarino en casa ante Real Madrid, Valencia CF, y Málaga CF se saldaron con tres marcadores de 1-0 a favor de los villarrealenses.

Seis victorias y un empate

Únicamente el Barcelona y el Celta de Vigo son los equipos de la zona noble que han podido puntuar en El Madrigal. Los primeros se pusieron 0-2 por delante pero vieron cómo los futbolistas locales superaban todo tipo de adversidades sobre el terreno de juego y acababan empatando ante el líder de la Liga, que terminó pidiendo la hora. En el caso del Celta el encuentro fue distinto ya que los gallegos se llevaron la victoria, y en aquel momento el liderato, con su triunfo por 1-2.

El gallego es el único club de los diez primeros de la clasificación -el Eibar (9.º) empató a uno y el Deportivo (10.) todavía tiene que jugar en Vila-real el próximo 8 de mayo- que ha sido capaz de llevarse uno de los pocos triunfos ante el conjunto de Marcelino en la presente temporada.

Estos resultados evidencian que el Villarreal es un rival a tener muy en cuenta y que la cuarta plaza que desde hace bastantes jornadas ostenta -cuenta con seis puntos de ventaja respecto a la quinta plaza en poder del Celta- no la ha conseguido por casualidad sino por méritos propios. Su papel en el campeonato doméstico, unido a lo conseguido en la Liga Europa, donde se acaba de clasificar para los cuartos de final del torneo tras superar a dos potentes rivales como Nápoles y Bayer Leverkusen, confirman el gran momento del club amarillo pese a las últimas derrotas.