El encaje de las diputaciones se presenta como el principal campo de batalla entre el Consell progresista y la institución provincial, en manos del Partido Popular. En medio de esta pugna se encuentra el Hospital Provincial de Castelló, la joya de la diputación provincial. El presidente del Consell, Ximo Puig, avanzó ayer cambios en la gestión del centro para mejorar su «eficiencia» y evitar, sostuvo, casos de clientelismo.

«Queremos que el hospital sea lo más eficiente posible para atender adecuadamente y en igualdad de condiciones a los ciudadanos y que nadie tenga que pasar por ningún teléfono de ningún presidente de la diputación para adelantar ninguna lista de espera», subrayó Puig durante una visita al puerto de Castelló.

El jefe del Consell negó que pretenda «desmantelar» el Hospital Provincial en respuesta al gobierno provincial, «sino todo lo contrario -continuó-, pues si queremos hacer una gran inversión como es el acelerador, cómo se puede entender que lo queremos desmantelar. Lo que queremos es potenciar el hospital y, además, coordinarlo adecuadamente con todos los recursos».

La gestión del hospital, que es compartida entre el Consell y la diputación, forma parte del debate existente en torno al papel de las diputaciones. PSOE y Ciudadanos han pactado a nivel nacional transformar la Administración provincial en unos consejos de alcaldes, mientras Puig consideró que han de ceñirse a instrumentos de apoyo de los ayuntamientos y del Consell para «acabar con duplicidades» y «la «patrimonialización» de los servicios públicos.

Puig instó al PP a dejarse «de enfrentamientos estériles» y confió en que las diputaciones no se «encastillen como un instrumento contra la Generalitat, ya que las instituciones están para servir a los ciudadanos y no para buscar puntos de conflicto» .

Sostuvo que ahora conviven en España dos descentralizaciones, la primera se realizó a través de las diputaciones (siglo XIX) con una visión, sostuvo, «jacobina»; y la segunda, prosiguió Puig, llegó con la Constitución de 1978, con el nacimiento de las autonomías.

Señaló que si Andalucía o Castilla y León «comunidades con mucha dispersión territorial», tienen las necesidad de articular el sistema de diputaciones, es su decisión, pero en nuestro caso nuestra decisión tiene que ser una modernización de verdad de todo el sistema institucional».

Áreas logísticas «racionales»

El presidente de la Generalitat afirmó que se replanteará el proyecto logístico del Serrallo ante su parálisis actual, y estimó que hay que vincular a las instalaciones portuarias el parque logístico previsto junto al aeropuerto. Abogó por promover proyectos con «racionalidad» que no se fundamenten en propaganda.

Respecto a la estación intermodal, el jefe del Consell reiteró que un informe técnico determinará la ubicación de la misma, por la que pugnan Castelló y Vila-real, y no la presión de «los términos municipales».