Las multitud de ofertas de compra presentadas por la unidad productiva de Taulell (Tau Cerámica) garantizan el futuro de la histórica azulejera castellonenses. La firma, que se encuentra en concurso de acreedores, dio ayer el pistoletazo de salida a su resurgimiento con la apertura de sobres de las propuestas de adquisición. Son finalmente siete los grupos que optan por llevar las riendas de Tau, partiendo como gran favorito Pamesa, el gigante del sector cerámico que con esta operación aspira a liderar el mercado internacional.

También allana al terreno a Pamesa la marcha atrás del grupo de Keraben, la azulejera nulense que había mostrado un posible interés por Tau. También preguntaron y han descartado participar en la subasta, según fuentes del comité de empresa, Argenta y Grespania. Al final, es Pamesa la única azulejera de las siete empresas que optan por Tau que pertenece al azulejo. El resto de propuestas son cinco fondos de inversión como Indes Capital, Sherpa Capital, Focus Capital, Enfoque Consultora, Gedesco, y un fondo de pensiones privado procedente de Israel, según informó ayer el juzgado de lo mercantil número 1 en audiencia pública.

El proceso de venta ha sido impulsado en el marco de la situación de concurso en la que se encuentra Tau. El administrador concursal considera que esta vía es la que ofrece más garantías para la continuidad de la actividad de Tau. El comprador asumirá la unidad productiva, que ahora se concentra en una de las cuatro plantas de la empresa, estando las tres restantes desmanteladas. Está valorada en 11 millones de euros, que corresponde al déficit patrimonial. El administrador tendrá en cuenta en la elección la propuesta que conserve los 143 puestos de trabajo y realice nuevas inversiones. Hará público el nombre del ganador el 1 de abril, aunque no descarta impulsar una nueva puja entre las dos ofertas más importantes.

Pamesa ha presentado, según fuentes de los trabajadores, uno de los proyectos más ambiciosos, ya que además de las condiciones anteriormente descritas, asegura que adquirirá la nave operativa en vez de arrendarla a los bancos, que es la opción contemplada por la mayoría de ofertantes. Hay una segunda firma que aboga por esta fórmula cuyo nombre no se ha hecho público.