Aún resuenan en las entrañas de Castalia los lamentos albinegros por la derrota ante el Torrevieja. El Castellón perdió un partido «que jamás debimos haber perdido», en palabras de sus protagonistas, y que reduce las posibilidades del conjunto de Kiko Ramírez de pelear el primer puesto de la clasificación. Si ese era un objetivo lejano, ahora a ocho puntos del líder Saguntino a ocho jornadas para el final, todavía lo es más. Si no dependía de sí mismo el Castellón, ahora todavía menos. «Es una semana complicada», admitió Antonio Martínez, el autor del único tanto albinegro, ya en tiempo de descuento. «No nos queda otra que ganar. Toca aprender y corregir los errores», admitió el ariete murciano, que este domingo se medirá al que fuera su equipo durante dos temporadas, el Orihuela CF.

Antonio, pues, habla del rival con conocimiento de causa. Considera que mantiene un alto nivel en la plantilla, pero que ha perdido la solidez que otros años le hacía competitivo. «Por eso ahora está lejos de la promoción», explica, «no ha sido tan rocoso como otros años, y de esos errores puntuales que están cometiendo nos tendremos que aprovechar el domingo».

«Tengo ganas de que llegue el partido», admite, «y sé que me están esperando. Pasé allí dos temporadas muy a gusto».

Campo propicio

También conoce Antonio a la perfección las características de Los Arcos, el feudo del Orihuela. «Es un campo en el que se puede jugar, no es tan grande como Castalia pero el césped está bien. Hay que meterle intensidad. Tenemos nuestras armas para ganar, aunque será complicado», asevera. En las últimas semanas, en los escenarios en los que el entrenador Kiko Ramírez ha entendido que el equipo podía ofrecer un juego combinativo, Antonio ha cedido su plaza en el once en beneficio de Tariq. El domingo, desde el banquillo, marcó su quinto gol de albinegro. «Mi intención es ser titular siempre», comenta, «vine al Castellón para jugar».

Sea Antonio o no sea Antonio protagonista, se necesitan héroes albinegros. El último en Castalia fue visitante. El portero suplente del Torrevieja, Quique, que detuvo a Tariq el penalti que resultó clave en el devenir del encuentro. Mientras en el vestuario local el silencio se mezclaba con el lamento, del visitante salían los cánticos por la ventana: «Quique selección, Quique selección».