La Ciudad de las Lenguas es uno de los vestigios de Castelló de la época de vacas gordas que se quedó sin ejecutar. Una auditoria encargada por la Generalitat correspondiente a 2014 pone de manifiesto que el erario autonómico destinó 190.000 euros a este proyecto, que finalmente fue suspendido en 2013.
El informe explica que en 2010 se promoción un concurso de ideas para la realización de un master plan que se adjudicó por 150.000 euros. Luego, en 2012, añade, se licitó un plan de negocios por un importe de 40.000 euros. Este análisis no incluyen los estudios previos realizado de 2005 a 2008, etapa en la que el exalcaldalde de la ciudad, Jose Luis Gimeno, dirigió esta propuesta con cargo de consejero delegado de la extinta Castelló Cultural. Tampoco recoge su salario -tenía rango de director general-, ni las retribuciones de la secretaria y asesor cultural que tenía asignados.
También señala que la Ciudad de las Lenguas tenían en 2014 problemas con los terrenos que debía conseguir el ayuntamiento, y apunta que dicho año el consistorio pretendía obtener el título jurídico de la parcela donde se preveía desarrollar esta actuación -aeródromo del Grau-.
El anterior Consell inició en 2005 los trámites para urbanizar en 425.000 metros cuadrados de la zona del aeroclub un complejo educativo-turístico. En 2013 suspendió la Ciudad de las Lenguas y los nuevos inquilinos del Gobierno valenciano y el ayuntamiento han descartado finalmente sus ejecución.
La idea inicial de los gobernantes populares era transformar esta pastilla en un centro de enseñanza del castellano junto a dotaciones hoteleras y lúdicas. El expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, nombró al principio a Gimeno consejero delegado de Castelló Cultural para pilotar la Ciudad de las Lenguas. De esta forma lo compensó por la cesión de la alcaldía a Alberto Fabra. Estuvo hasta 20008 guiando los trámites del proyecto sin ningún resultado. De su época queda en el recuerdo un hilarante boceto de diseño, que contemplaba la construcción de una pista de baile para 2.000 persona y la contratación de tramoyistas. El ahora vicalcalde de Castelló, Enric Nomdedéu, recordó en un artículo una conversación con Gimeno en la que, según, el regidor, el ex primer edil le explicaba que la Ciudad de las Lenguas iba a consistir en una propuesta turística y que los estudiantes estarían en academias privadas. De remate, según Nomdedéu, le afirmó que los profesores adscritos a la Ciudad de las Lenguas llevarían lazos o zapatillas rojas para distinguirse de los docentes de otros centros idiomáticos.
La Conselleria de Economía tomó en 2008 las riendas de la Ciudad de las Lenguas y relegó a Gimeno de esta función, quien no obstante continuó en Castelló Cultural hasta que se jubiló en 2013. Impulsó un master plan del que surgió el diseño denominado Samaruc, con usos recreativos, residenciales, hoteleros y deportivos, humedales y franjas dunares, además de la oferta educativa, con un coste de 288 millones -199 vinculados a concesiones privadas y 89 a la Administración autonómica-. En junio de 2013 presentó un plan de negocio que aplicaba un recorte de un 58 % en la inversión prevista y retiraba la oferta hotelera. A los pocos meses frenó el proyecto.
El ejecutivo local del PP siguió anhelando una dotación turística en el aeródromo y el exalcalde, Alfonso Bataller, llegó plantear en la pasada campaña electoral el desarrollo de una especie de «resort» hotelero.
