El Archivo Municipal de Vila-real cuenta ya con varias piezas documentales históricas en forma de manuscrito de los siglos XV al XVIII listas para ser consultadas de nuevo, tras la restauración que ha realizado CulturArts IVC+R.

El concejal de Cultura, Eduardo Pérez, acompañado por la directora general de Cultura de la Generalitat, Carmen Amoraga y por la subdirectora general de CulturArts IVA+R, Gema Contreras, recibió las obras ya finalizadas, que se reincorporarán al Archivo Municipal, después de varios meses de trabajos para su recuperación total.

Pérez agradeció la «importante labor que ha desempeñado, una vez más, el ente para recuperar nuestro patrimonio histórico documental, libros que nos cuentan cómo vivían los vila-realenses, cómo era la gente, y que nos ayudan a entender cómo somos en la actualidad y hacia dónde nos dirigimos en el futuro». «Como historiador, considero vital contar con este tipo de trabajos que nos facilitan la comprensión de los procesos históricos y muestran al detalle cómo era en el pasado la sociedad vila-realense, algo impagable», destacó el edil. Por ello, aseguró que: «seguiremos dando nuevos retos a CulturArts IVC+R para que continúen superándose y ofreciendo tan buenos resultados y para que las futuras generaciones puedan tocar, investigar y saber cómo éramos hace siglos».

Por su parte, Amoraga destacó en su presentación el importante patrimonio documental de los archivos valencianos, entre los que destaca el de Vila-real, y señaló que contar con «un archivo como este es fundamental», al tiempo que se mostró orgullosa del resultado de la restauración de las piezas y resaltó la «colaboración entre el ayuntamiento y CulturArts IVC+R, que sería interesante corregir y aumentar».

Gema Contreras, por otro lado, aseguró que el Archivo de Vila-real «cada vez nos ofrece trabajos más complejos», y explicó que a pesar «de la antigüedad de los documentos tratados por el equipo, el resultado ha sido excelente».

La restauración

La actuación se ha centrado, según el restaurador Ángel Calderón, en los libros de acuerdos municipales (manuals de Consells, judiciaris) de los siglos XVI, XVII y XVIII y en documentación notarial de los notarios Luís Gil y Miquel Avinent (protocolos, rebedors y registros de ápocas) de los siglos XV, XVI y XVII, lo que: «ha permitido rescatar una fuente documental histórica de primer orden que estaba en peligro de perderse».

Calderón explicó que: «al ser en formato de libro manuscrito, el papel artesanal se ha visto dañado con el paso de los años por la humedad y la acidez de las tintas, así como por la presencia de insectos y roedores y por la intervención con cintas adhesivas».

De este modo, aseguró que además «de hacer injertos en páginas incompletas, se ha tenido que hacer una limpieza del papel en seco, desmontar y desmenuzar los libros para volver a encuadernarlos tal y como estaban y eliminar la suciedad incrustada, siempre mediante diferentes técnicas, dependiendo de los daños o del tipo de papel». Las piezas, algunas de las cuales «se encontraban en un estado que hacían difícil su consulta», ya se encuentran de nuevo en el Archivo, tras esta intervención, que ha costado «varios meses».