La selección española repitió ante Rumanía el empate cosechado en Italia, en una nueva noche de juego nefasto y sin pegada, ante una Rumanía motivada y perseverante que intentó estar en todo momento a la altura del amistoso. España tiene mucho que mejorar de cara a la Eurocopa si quiere volver a hacer historia. Ante un inicio que apuntaba prometedor, dominador de juego y dando esperanzas de mejorar la desgana de Udine, los pupilos de Vicente del Bosque se desinflaron en pocos minutos. Permitió la intempestiva de los rumanos a manos de Florin Andone, delantero del Córdoba, y Nicusor Stanciu, quien demostró una vez más que está en un excelente estado de forma.

Stanciu, de 22 años, puso a prueba a Casillas en varias ocasiones durante la primera parte, pero el guardameta se mostró seguro en todo el encuentro, llegando a despejar el balón con los puños hasta tres veces. Por su parte, Andone buscó un uno contra uno contra un imponente Marc Bartra, quien le ganó la partida bloqueando su trallazo con la pierna. Silva, quien debutó precisamente ante Rumanía hace casi diez años, lideró al conjunto español que acusaba una baja presión, provocando que los rumanos se pudieran desmarcar por los extremos y así disfrutar de ocasiones de peligro.

Pedro dispuso a los diez minutos una oportunidad de oro para abrir el partido con un disparo a bocajarro que el portero Tatarusanu envió a córner. Minutos más tarde, Nolito mandó un disparo flojo al portero rumano tras regatear a un defensa. Del Bosque había cambiado todo el once, salvo Piqué, pero no encontraba soluciones ofensivas.

Tras la reanudación, España falló un gol cantado después de que Piqué, quien salió del terreno de juego en el minuto 51, se quedó solo en el área tras una acción a balón parado pero chutó a las manos de Tatarusanu.

La entrada de Isco y Cesc agilizaron el juego desplegado por la selección española sobre todo porque quitó presión a Silva, sin duda el más activo de los atacantes. Del Bosque dio entrada además a Nacho y Aduriz para que gocen de más tiempo para hacerse un hueco en la selección que aspira a revalidar el título continental en la Eurocopa de Francia.

Sin embargo, los cambios del seleccionador salmantino no surtieron efecto alguno y solo un tímido lanzamiento de Morata generó una de las pocas ocasiones que tuvieron en la segunda mitad. La Roja acabó buscando el gol, pidiendo dos penaltis sobre Morata y Cesc, pero se topó con una Rumanía dura que avisó a Francia de lo que le espera en el partido inaugural de la Eurocopa. Sin perder en sus catorce últimos partidos, Iordanescu parece además que ha dado con la tecla adecuada en la pareja de arriba con Adone y Stanciu, quienes se entendieron perfectamente. El de anoche, es el sexto empate entre ambos.