El barrio del Raval Universitari de Castelló, junto a la zona de la UJI, es una de las zonas de la ciudad con mayor actividad. En los últimos años, y debido precisamente a la mejora de los servicios, accesos, y oferta de vivienda nueva, ha aumentado progresivamente el número de vecinos que ha optado por desplazarse a este nuevo distrito en la zona oeste de la ciudad. Pero no fue siempre así. En sus inicios, los primeros vecinos del Raval Universitari tuvieron que vivir en calles a medio hacer, con una red de alumbrado deficitario y sin servicios básicos, como ambulatorio o supermercado. Ahora, sin embargo, el barrio se ha convertido en una de las zonas más atractivas de la ciudad, y no sólo para los jóvenes estudiantes de la universidad. La apertura del puente y con él la mejora de los accesos con el centro de Castelló ha cambiado el barrio por completo, los vecinos de la ciudad han comenzado a interesarse por esta zona y de forma continua han empezado a mudarse al distrito más joven de Castelló.

El parque de la botánica Carme Albert, conocido hasta el pasado mes de agosto como parque del Raval Universitari, y que cambió de nombre, precisamente, a petición de los vecinos, es el pulmón verde de este barrio.

El parque se ha convertido en el punto de encuentro de los vecinos de la zona. Hay quien disfruta de este espacio para desconectar haciendo deporte, también hay familias, principalmente, que se acercan a este parque para merendar en el césped mientras los pequeños juegan en los columpios. Diferentes perfiles de vecinos que han encontrado su espacio en este lugar.

Con todo, la armonía de este parque se ha roto esta Semana Santa. El pulcro paisaje, con su yermo césped, el lago que lo cruza y moderno mobiliario, se convirtió en un desagradable espacio repleto de basura, en el que los desperdicios desabordaban por las papeleras. Un fallo del servicio de limpieza que arruinó la tarde de ocio de algunos vecinos.