Los operarios iniciaron ayer la construcción de un aseo anexo al quiosco de la plaza Doctor Fleming, conocida popularmente como La Picaora, para completar la reforma de este enclave. Así, tras la apertura del nuevo recinto de juegos infantiles y la rehabilitación del puesto comercial, el equipo de gobierno completa el proyecto prometido en su día para lograr la reapertura del quiosco y la dinamización del entorno.

Las obras del cuarto de baño, con un presupuesto próximo a los 17.000 euros, se ejecutan desde ayer por la mañana en el extremo opuesto a la ventanilla de atención al público y finalizarán en un plazo de 10 días. El recinto dispondrá de sanitarios y estará adaptado para personas con movilidad reducida. La voluntad del equipo de gobierno es que la construcción mejore las condiciones de trabajo de los adjudicatarios del negocio, que hasta la fecha carecían de baño.

El concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, visitó ayer las obras junto a la teniente de alcalde Merche Galí. Ambos recordaron que el negocio estará operativo, al menos, otros cuatro años más tras la adjudicación de la gestión el pasado mes de diciembre, después de que permaneciera cerrado al público durante más de medio año. La concesión de la gestión se produjo tras las obras de mejora en el establecimiento, que ahora completarán el proyecto con la construcción del aseo.

La primera intervención, valorada en 30.000 euros, supuso la reparación del techo, la modernización del sistema eléctrico, la renovación de la escayola y la pintura y la sustitución de la puerta por una nueva, trabajos a cargo del Servei Municipal de Mantenimient i Logística (SMML). «La construcción del aseo permitirá ahora dignificar el conjunto de la instalación y ofrecer mayor comodidad a los gestores del negocio», incidió Trenco.

A ello se suman las mejoras ejecutadas en la plaza para mejorar el recinto infantil con nuevos juegos y vallado para garantizar la seguridad de los más pequeños. El Ayuntamiento de Almassora llevó a cabo las obras durante el verano pasado con un presupuesto que ascendió a los 30.000 euros. El proyecto elegido permite retirar los juegos durante las fiestas patronales de mayo y octubre para anclar las barreras del recinto taurino.