Atender a lo inmediato es la prioridad del entrenador del Villarreal en lo que resta de curso. Marcelino García Toral aseguró ayer en la sala de prensa que él y los suyos solo piensan «partido a partido y no a largo plazo», ya que «hacer cuentas no sirve para nada» en su objetivo de alcanzar la cuarta plaza de la clasificación al final de la Liga, que da derecho a disputar la previa de la Champions, y en paralelo a la aventura excitante que propone la Liga Europa.

Pero Marcelino va paso a paso. «Ahora mismo solo pensamos en poder ganar en Eibar, que es el partido que nos toca, ya que de sumar esos tres puntos sería un golpe de cara a los perseguidores por esa lucha», señaló. El técnico asturiano reconoció que su equipo llega al partido de Ipurúa «tocado en la línea defensiva«, ya que solo cuenta con «cuatro defensas hábiles que puedan jugar este partido». Ante esta situación, Marcelino considera que a su equipo no le queda otra que seguir. «Nos quedan cuatro defensas y con esos vamos a pelear, no queda otra». Rukavina, Bailly, Víctor Ruiz y Adrián Marín apuntan a la titularidad.

Particular

Respecto al partido, Marcelino espera un «duelo de lo más complicado, en un campo muy duro», ya que el Eibar sabe «sacarle mucho rendimiento» a lo particular del escenario. «Las dimensiones del campo y la forma de jugar del Eibar provocan que todo se desarrolle muy rápido. Es parecido a cuando vas a Vallecas a jugar contra el Rayo. El equipo que defienda bien las transiciones, a parte del acierto, es el que se va a llevar la victoria. Esperamos ser solventes en un partido muy importante», explicó Marcelino, que no dio mucha importancia a la ausencia de victorias en los últimos encuentros disputados a domicilio.

«Hemos estado cerca de ganar fuera en los últimos partidos, pero eso es historia. Lo importante es saber que si ganamos en Eibar daríamos un gran paso», agregó el preparador amarillo, con independencia de los resultados que sean capaces de lograr Sevilla, Athletic o Celta.