El grupo municipal del PP en Castelló ha desempolvado contrataciones del Ayuntamiento de Benicàssim de hace más de una década con el objetivo de desprestigiar al gobierno local de la capital. El plan turístico de Castelló que resultó ser un plagio rebota ahora en la localidad vecina, donde el PP ve conexiones entre la empresa encargada del estudio y la exconcejala socialista Diana Bernal. El PSOE, por su parte, recuerda que Benicàssim ya contrató a esa compañía cuando el PP gobernaba, al igual que lo hicieron otros municipios también regidos por ese partido.
La portavoz del grupo popular en Castelló, Begoña Carrasco, sacó la munición en el pleno del pasado jueves. Según dijo, la responsable de PG Turística (la empresa que realizó el estudio), Maite Subirats, fue beneficiaria de «una retahíla de contratos públicos por parte de políticos socialistas encabezados por Francesc Colomer», exalcalde de Benicàssim, «y con José Antonio Casañ de concejal de Turismo», del Bloc.
Puso como ejemplo el Plan Estratégico de Benicàsim Futur y el Plan de Excelencia Turística.«En total, la señora Subirats factura de la mano de Compromís y PSOE la cantidad de 330.000 euros», señaló Carrasco, quien llegó a acusar a sus adversarios políticos de «contratar a amigos».
Después de lo expuesto en el pleno, el PP da otra vuelta de tuerca y vincula a la responsable de la empresa con la exconcejala socialista de Benicàssim Diana Bernal. Subirats y la edil compartían una sociedad llamada Spanish-Emotions SL constituida en febrero de 2011 para la organización y gestión de eventos y productos turísticos. La concejala cesó como administradora solidaria en junio de ese mismo año, según la documentación que maneja el PP, que de esta manera pretende reforzar su tesis de que el gobierno socialista de Benicàssim benefició a sus «amigos».
Sin embargo, el PSPV pone de relieve que Subirats ya fue contratada por el PP cuando regía en la localidad. El Plan de Excelencia Turística que Carrasco mencionó en el pleno fue conveniado en septiembre de 2001 entre el ayuntamiento, entonces gobernado por el popular Javier Asín, el Ministerio de Economía y la Agencia Valenciana de Turismo, también en manos del PP. Fue entonces cuando acordaron adjudicar este trabajo a la responsable de PG Turística «por ser su oferta la más ventajosa por económica», según reza el acuerdo. De esta manera, cuando los socialistas llegaron al gobierno local en 2003, la empresa en entredicho ya trabajaba para el consistorio desde hacía tiempo.
Además, señalan desde el PSPV, otros municipios gobernados por los populares también contrataron a Subirats. Es el caso de Vilafamés o de las localidades valencianas de Cullera y Requena, así como de las alicantinas Orihuela y Moraira.
