Las fiestas de Semana Santa, que muchos ciudadanos celebran trasladándose a la zona marítima para reunirse con los amigos, son una tradición que se ha mantenido por el tiempo, aunque la juventud en parte busca otros lugares para pasar estos días. Sin embargo, los mayores se preparan al mismo tiempo para trasladarse de la ciudad a la zona marítima anticipándose al verano. Estos vecinos son los que han podido comprobar y al mismo tiempo quejarse de la actual situación de los caminos rurales. Dado que a la zona marítima no se accede exclusivamente por la carretera del Grau o del Puerto, hay muchos caminos rurales que también cubren el trayecto. Antiguamente estos caminos se mantenían en condiciones para los agricultores. Sin embargo, hoy en día los agricultores son los que menos utilizan estos acceso y el transito más fluido lo aportan los vecinos que veranean en la zona. Hace algunos años desde el Ayuntamiento de Borriana se anunciaba la ampliación de algunos trayectos, pero nunca se ha llevado a cabo ningún tipo de reforma para facilitar el tráfico. Los vecinos que más sufren el mal estado del firme son los vecinos de la Serratella. Esquivar los baches puede llevar algún que otro percance y en algunas zonas, donde hay vehículos estacionados los baches no se pueden evitar. Qué lejos quedan aquellas frases manifestadas en reuniones de vecinos cuando quien gobierna hoy lamentaba la situación de los caminos aportando la imagen de impotencia ya que ellos no gobernaban. Hoy la situación ha cambiado pero la solución está a la espera de que alguien con autoridad decida si restaurar los caminos se hace ahora y después del verano.