José Carlos Tabares le está dando vida al Borriol. Le está dando goles que en el mundo del fútbol casi siembre equivale a triunfos. A puntos. Y puntos le hacían falta al equipo de la Plana Alta. Ayer los borriolenses superaron al colista Acero en El Fornás con un doblete de experimentado delantero argentino, que parece como si no estuviera en el campo. Pero vaya si está. Dos goles más para sumar cuatro en las tres últimas jornadas. Lo mejor de todo, a parte de la bocanada de aire fresco que le llega a la escuadra de El Palmar, es la confianza que dará encadenar dos triunfos consecutivos. Y es que las plazas de descenso se van alejando poco a poco. Están ahora a seis puntos.

El equipo de Pedro Fernández Cuesta se fue al descanso ganando. Con ventaja en el marcador. No fue un primer tiempo fácil. Los borriolenses salieron a por todas y sólo tardaron ocho minutos en adelantarse en el marcador. El colegiado cobró penalti por derribo al mediocentro castellonense Pedro Hidalgo. Protestaron los locales, pero el colegiado se mantuvo en sus trece. La pena máxima la transformó en gol el delantero argentino José Carlos Tabares, que firmó su cuarto gol, tercer consecutivo (tres semanas anotando). Un gol que hizo cambiar los planteamientos de los dos equipo. Y con lucha y brega en el centro del campo fueron pasando los minutos.

Se llegó al descanso con la mínima renta y después se reanudó el partido con un regalo de la defensa del Acero que supo aprovechar muy bien el fornido Tabares para hacer subir el 0-2, que ponía tierra de por medio, a la vez que supuso una puñalada trapera para un conjunto porteño que había mejorado en las últimas jornadas, pero que ayer no pudo con un Borriol efectivo y al que la suerte tan esquiva otras tardes, ayer le acompañó. Buen partido de todo el grupo y ahora a pensar en la próxima cita que será en casa y allí será donde se tendrá que sumar una nueva victoria que podría ser casi definitiva para afianzarse en las plazas que no implican el decenso de categoría.