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El CIAC se queda huérfano

Su director en los últimos 15 años, José Luis Civera Domínguez, falleció ayer

José Luis Civera fue el director del CIAC 15 años. levante-emv

«El CIAC se ha quedado huérfano», aseguró ayer la presidenta del Centro Instructivo de Arte y Cultura (CIAC), Carmina Puchol, una de las tres bandas de música existentes en la Vall d'Uixó, tras conocer la triste noticia del fallecimiento de quien fuera su director desde hace 15 años, José Luis Civera Domínguez.

Los acontecimientos se precipitaron ayer por la mañana temprano, más o menos sobre las 9 horas. José Luis Civera sufría un infarto fulminante que le arrebató la vida y acabó con sus proyectos personales y profesionales, así como con los de muchas personas que compartían con él una pasión: la música.

Precisamente su decisión de dedicar su vida a esta manifestación artística fue la que le llevó en 2001 a la Vall d'Uixó, donde comenzó a dirigir una banda relativamente joven, con muchas expectativas y ganas de mejorar. De su mano «adquirió un color especial. Consiguió que sonara como él quería, que todos compartiéramos su manera de concebir la música». Y alcanzó esta meta con una forma de ser «correctísima, muy amable y cariñosa, lo que hizo que se convirtiera en un padre, un amigo y un compañero más».

Carmina Puchol, que ya formaba parte de la Junta Directiva que en 2001 decidió elegirle como director, aseguró ayer que Civera «era una persona humilde y nos enseñó eso también. Aceptaba los fracasos y valoraba los éxitos, viéndolo todo siempre desde el lado positivo».

Pero parece que desde el primer momento en que fueron conscientes de su pérdida, ese positivismo se apagó, dado que Puchol no dudó en decir que «no habrá otro como él, nadie puede reemplazarle», sobre todo teniendo en cuenta lo que consiguió y lo que la banda creció a su lado y bajo su batuta. Además, la presidenta del CIAC señaló que «de los que han conocido a otros maestros en la banda quedan pocos, la mayoría de los músicos solo le han conocido a él» de ahí que se refuerce la idea de que «nos ha dejado huérfanos».

Después de tantos años los recuerdos se agolpan e incluso duelen en un momento tan emotivo y lleno de tristeza. Entre todos ellos Carmina Puchol hizo mención a uno reciente: la participación del CIAC en el certamen internacional de bandas de música del año pasado, donde consiguieron el tercer lugar, «que para nosotros fue como un primer premio». En aquel momento Civera afirmó: «la banda ha brotado y ahora solo puede ir adelante y esta banda lo va a reventar».

Ese mismo espíritu le acompañó hasta la noche del pasado martes, en el ensayo que tuvo lugar en la sede de la asociación musical para preparar el concierto de las tres bandas de la ciudad, programado para el próximo día 17 de abril. «No se encontraba muy bien, pero ahí estuvo, ensayando hasta las doce y media de la noche». Fue su último ensayo, su despedida sin que nadie fuera consciente de ello.

La desgraciada noticia se extendió pronto entre sus conocidos y amigos. Y la confirmación rompió el corazón de la música en la Vall.

Un crespón negro luce desde ayer en la bandera del Centro Instructivo de Arte y Cultura y lucirá también en la participación de la banda en el entierro que está previsto que se celebre el próximo viernes en Benaguasil, la localidad en la que residía José Luis Civera, y a la que se trasladarán sus músicos, como confirmó ayer la presidenta.

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