Al igual que todos los niños de su edad comenzó jugando a fútbol. Lo hizo en la cantera del CD Castellón, donde permaneció ocho años, pero las cualidades físicas que poseía le abrieron las puertas del atletismo y Víctor Pastor (Castelló, 1997) es, a día de hoy, uno de los heptatletas españoles a tener en cuenta.
«En la época del colegio destacaba mucho en Educación Física y, cuando competíamos con el colegio en el Ordóñez, ganaba incluso a los compañeros de Penyeta Roja, por eso un día Pepe Ortuño me dijo que me presentara a las pruebas y las pasé», recuerda el deportista castellonense.
Víctor cambió entonces el colegio Izquierdo por el centro de Penyeta Roja y estuvo dos o tres años compaginando el fútbol con el atletismo. Parecía que en su interior se resistía a tener que abandonar el llamado deporte rey, que tampoco se le daba nada mal, pero al final el cansancio le hizo tomar una decisión definitiva. «Priorizaba los entrenamientos de atletismo sobre los del fútbol y en el Castellón lo respetaban porque era estudiante de Penyeta, pero llegó un punto en que no podía más y decidí dedicarme solo al atletismo», apunta.
El ahora atleta del CA Playas de Castellón se centró en las pruebas combinadas y los éxitos deportivos no tardaron en llegar. Víctor se proclamó campeón de España en pista cubierta y al aire libre tanto en categoría cadete como juvenil, y se dio a conocer a nivel nacional, haciendo que muchos lo consideraran una de las promesas del atletismo español.
Su progresión era escalonada y lógica y el deportista provincial, becado por el proyecto FER, tenía todas las cualidades necesarias para comerse el mundo. Sin embargo, en su primer año como júnior las lesiones hicieron acto de presencia en su carrera y a Víctor le tocó vivir una época muy dura de la que empieza ahora a salir. «En 2015 me rompí dos veces los isquiotibiales y una el cuádriceps y estuve parado todo el año. Nunca antes me había lesionado, ni siendo futbolista, pero se me juntaron varias lesiones y no ha sido hasta ahora cuando me he recuperado y he vuelto con muchas ganas», confiesa.
Después de tanto sufrimiento, Víctor ha vuelto a entrenar junto al resto de sus compañeros. Quiere recuperar el ritmo de competición y estar en el Campeonato de España al aire libre. Y, a poder ser, lograr la mínima para el Mundial. «Estar en el Campeonato del Mundo compensaría lo mal que lo he pasado», concluye.
