Quizás una de las formas más acertadas de comenzar el día y terminar con el malhumor de la mañana es rodearse de personas positivas en un entorno que desprenda energía. A escasos metros de la plaza del Real está localizada la cafetería Cyrano, un oasis de buen rollo y tranquilidad en pleno ajetreo del centro de la ciudad. Este buen ambiente ya se respira en las inmediaciones, la cristalera que bordea el local está repleta de mensajes optimistas en los que se desea buen día, se ensalzan las virtudes de los transeúntes o se destacan las oportunidades que depara el futuro.
Pero no sólo la cristalera exterior, el optimismo sigue también dentro de la cafetería. Los clientes son recibidos con la permanente sonrisa y amabilidad de Jesu y Vero, personal del establecimiento, y para evitar que durante el desayuno o almuerzo olviden los mensajes de la cristalera, también las servilletas de la cafetería Cyrano incluyen frases positivas. No es de extrañar, por tanto, que sean cada vez más los que deciden comenzar el día con buen humor o descansar a media mañana rodeados en este entorno.
La actividad en el Cyrano comienza muy temprano. A las 7 ya se acercan a este establecimiento los incondicionales más madrugadores, que optan por desayunar en compañía de Jesu y Vero.
Los clientes habituales durante las mañanas en la cafetería son los empleados de oficinas y comercios de la zona, aunque no sólo, también vecinos que pasan la mañana haciendo recados en el centro. El goteo de asiduos no cesa hasta bien entrada la tarde, aunque hay varios puntos álgidos a la hora del desayuno, sobre las 8.30 horas, y del almuerzo, cerca de las 10 horas.
La estrella indiscutible de este establecimiento es el bocadillo especial que contiene beicon, sobrasada, mermelada y queso de cabra. Aunque también la amplia variedad de bollería, para los más golosos, han convertido al Cyrano en un lugar de asistencia obligatoria.
