Los portavoces de Compromís de Moncofa y Xilxes, Joan Batiste Vilar y Sergi Alejos, se reunieron ayer con el senador de la formación Carles Mulet con el fin de unificar criterios y tomar posiciones respecto a la planta desaladora. La reunión se produce apenas unos días después de que Mulet solicitara la comparecencia de la ministra en funciones de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ante la comisión homónima del Senado para que diera cuenta de las previsiones de las desaladoras de los municipios de Cabanes y Moncofa, impulsadas por su predecesora Cristina Narbona.

En la reunión se puso de manifiesto por parte de los dos portavoces el elevado precio que tendrían que pagar los vecinos de Moncofa y Xilxes por el agua si no se da solución mediante la inclusión de otros usuarios o la eliminación del criterio de recuperación de la inversión efectuada por la empresa estatal Acuamed. Según prevén, el incremento del precio del agua se cifraría entre un 600 y un 900 % respecto al actual.

Además, ambos alertaron del «incumplimiento» del convenio por parte de la empresa pública en cuanto a la puesta en marcha de la comisión de seguimiento que debería de haberse creado para mantener informados a los municipio y denunciaron que el convenio «ahora mismo no es más que papel mojado».

En este sentido, el portavoz de Compromís en Xilxes, Sergi Alejos, afirmó que «haremos todo lo que podamos para no reconocer ni un euro de la desaladora en esta situación». Así, recordó que «así lo hicimos con las enmiendas presentadas a los Presupuestos Generales del Estado y, por cierto, fuimos los únicos que lo hicimos, ya que el PP votó en contra». Por su parte, el portavoz de la coalición en Moncofa, Joan Batiste Vilar, recalcó que «la desaladora se construyó para ser viable en un contexto mucho más amplio». «Los ayuntamientos del PP, primero declararon intenciones afirmativamente y después se lavaron las manos», criticó.