Si se le puede reprochar algo al Villarreal del duelo de ayer ante el Getafe fue su falta de acierto de cara a puerta. Porque los amarillos cuajaron un duelo casi perfecto en el que pudieron golear a un pobre rival, atrapado en un proceso de autodestrucción que le ha enredado en el descenso tras 13 partidos seguidos sin ganar, pero tuvieron que esperar hasta el minuto 85, hasta la aparición de Bakambu para sentenciar.
Había avisado Marcelino García de que este duelo era una final y que no se admitían confianzas. Oído cocina, porque los once que saltaron, entre los que destacaron novedades como la apuesta por Asenjo en la meta y la introducción de Adrián López y Baptistao como titulares, no cometieron prácticamente errores y certificaron un duelo serio, en el que los amarillos demostraron la superiodad mental y de actitud con respecto a los pupilos de Fran Escribá. Supieron leer el partido y explotaron sus virtudes para marcar pronto y buscar contras mortales, basándose en una defensa casi inexpugnable.
Así el submarino consiguió su decimoséptima victoria del curso y suma ya 60 puntos. La Champions se queda a apenas dos pasos porque se mantiene la ventaja de ocho puntos con respecto al quinto, el Celta, y se descuelga un rival directo en esta lucha ya que el Sevilla cayó en Mestalla.
Sobre el césped, el duelo siguió el plan habitual que traza el Villarreal. Los primeros minutos fueron de tanteo, en busca de un dominador de la contienda. Pero, con Bruno y Pina en la medular, los amarillos apretaron en la salida del balón y pronto el Getafe tuvo problemas para salir con el balón controlado.
Castillejo y Denis Suárez, estiletes en los interiores del Villarreal, se alzaron con el protagonismo. Pronto comenzaron a bombear balones al área y se asociaron con Bruno y los delanteros para plantarse en el área de Guaita.
El tanto local se antojaba asunto de tiempo y Denis Suárez se encargó de colmar las expectativas. El gallego, que se ha ganado el cariño de El Madrigal ahora que explota su talento sin titubeos, se aprovechó de un error de Pereira al encimarle. Tras una larga triangulación amarilla, Adrián buscó a Suárez en el semicírculo del área. El central getafense intentó arrebatarle el balón, pero se pasó de frenada. Sin oposición, Denis ejecutó un disparo certero que batía la meta madrileña.
La segunda fase del plan amarillo consistió en apretar los dientes. El Getafe, espoleado por la necesidad y la vergüenza torera, tocó a rebato y buscó el empate guiado por Sarabia. El Villarreal capeó el temporal sin perder la posición, a pesar de que los centros del interior madrileño generaron bastante peligro.
El propio Sarabia se acercó al empate en el minuto 20, con un duro disparo que detuvo Asenjo. Tras un centro de Pedro Léon, el extremo estrelló el balón en la red exterior de la portería del Villarreal. Un nuevo centro, ahora de Sarabia, no lo pudo rematar a gol Goitom porque Bailly se anticipó. Y antes del descanso, otra vez la misma operación, aunque ahora fue Medrán el que no pudo llegar por la oposición defensiva de Víctor Ruiz. Sólo Castillejo, con un disparo fuera tras una jugada de Denis y una prolongación de Adrián López, permitió al Villarreal salir de la cueva.
El Getafe se desinfla
La segunda mitad se esperaba de acoso y derribo por parte del Getafe, pero la realidad no cumplió las expectativas formadas. El equipo madrileño se borró del campo y el Villarreal tomó la iniciativa. Sólo faltaba la puntilla para decidir la contienda, pero ésta tardó en llegar.
Mario, el más ofensivo del submarino en la reanudación, se acercó en al menos tres ocasiones. Pero sus remates se marcharon todos por encima de la meta de Guaita. También Castillejo rondó el gol, pero un duro disparo suyo con la zurda se marchó por encima del travesaño. Hubo que esperar a la salida de Bakambu para que el congoleño aprovechara un mal despeje de Lacen y sentenciara el triunfo amarillo.
