El Borriol volvió a saborear la hiel de la derrota. Lo hizo ayer ante el Ontinyent en El Palmar, después de saldar con triunfo los dos anteriores compromisos liguero (Jove Español y Acero). Escoció ese 0-1 con el que venció el Ontinyent de Miguel Ángel Mullor, con la ley del mínimo esfuerzo. Los rojillos volvieron a fallar delante se falló y eso privó a los borriolenses de haber logrado un mejor resultado.

Enric Barreda, joven centrocampista del equipo de Pedro Fernández Cuesta, reconoció que el partido «fue muy igualado y el rival supo aprovechar una de sus contadas aproximaciones para hacer el gol que les valió la victoria. A nosotros se nos resistió el gol. Con el 1-0 nos vamos muy jodidos». Tocará levantar el ánimo dentro de seis días cuando el Borriol volverá a jugar ante su afición, contra el Crevillente.

Sobre los cinco encuentros que restan y con las plazas de descenso pisándoles los talones, el joven mediocentro aseguró que «en ningún partido hemos dejado de dar la cara. Y estamos confiados en que sacaremos esto adelante. Por eso es muy importante el partido del domingo».

También se lamentó el delantero argentino Julián Bermúdez: «Hasta el último minutos hemos podido empatar. Ha sido una lástima. El Ontinyent nos hizo una ocasión y poco más. Nosotros hemos tenido más. Hemos tenido buena actitud y e esto del fútbol unas veces la suerte te acompaña y en otras no».

Julián habló de «pasar página» y de centrarse en ganar el próximo partido para no acercarse a las plazas de descenso.