Un golazo de Iñaki Williams y la gran actuación de Gorka Iraizoz entre palos castigaron en San Mamés a un Rayo Vallecano que mereció la victoria pero que fue víctima de un desacierto hasta increíble ante la meta rival. El conjunto de Paco Jémez se fue de La Catedral en medio de una gran ovación de los aficionados locales y los que le acompañaron en el viaje a Bilbao, y también felicitado por su entrenador, pero con el zurrón de los puntos vacíos y seguro con el cabreo de haber desaprovechado una inmejorable ocasión para escapar más de un descenso que sigue teniendo a tres puntos.

Con mejor ánimo, aunque con cara de apuro, se fue a vestuarios un Athletic que lo pasó mal pero que ha encontrado en una conexión entre Raúl García e Iñaki Williams la ocasión para agarrar los importantes tres puntos en su pelea europea por eludir la séptima plaza y las previas del verano, en la que ahora aventaja en tres puntos al Sevilla.

Williams recibió de Raúl al borde del área, se revolvió ante su marcador y enganchó un violento disparo hacia la escuadra izquierda e incontestable para la Juan Carlos. Fue lo último que hizo ya que se lesionó y tuvo que ser cambiado cuando Ernesto Valverde ya había puesto sobre el terreno de juego a Aritz Aduriz y Beñat Etxebarria, sin los que su equipo dejó mucho que desear. Pero aún así el Athletic fue capaz de doblegar a su rival.