El Castellón saltó al Enrique Miralles de Crevillente conociendo la mayoría de los resultados de la jornada. Habían ganado los tres de arriba (Saguntino, Ontinyent y Elche Ilicitano), y también el principal perseguidor en la tabla. El Castellón empezó el partido empatado a puntos con el Villarreal C, por lo que la victoria era urgente por múltiples motivos. Por ello, el entrenador Kiko Ramírez valoró el 0-1 como merecía. Por las bajas, por la urgencia clasificatoria, por las dificultades en la rutina y por la dinámica negativa que amenazaba con destrozar el tramo final del curso. «En una situación así lo importante es ganar, y da igual cómo», dijo el técnico. El Castellón no dio un gran espectáculo, pero se adaptó a las circunstancias. Frenó el poderío del Crevillente a pelota parada y, cuando peor pintaban las cosas, con la expulsión de Tariq, arañó un penalti que vale su peso en oro.

«Después del empate con el Elche Ilicitano», recordó Kiko Ramírez, «con independencia del resultado, ya dije que me había gustado el equipo, que la sensación era buena porque la actitud y la intensidad era la que exige un play-off, o partidos como este». Los tres puntos enfilan al Castellón hacia la promoción, a cinco jornadas del final del campeonato. «Es un paso importante, pero aún no definitivo», afirmó Kiko, que dio más importancia al refuerzo de la confianza que supone este triunfo para el vestuario y su entorno. «El mensaje que lanzamos es que el Castellón va a estar ahí, va a pelear hasta el último día».

Desgaste

El avanzar de la temporada está exigiendo a toda la plantilla albinegra. Ayer, Guille destacó en su vuelta al once y hombres como Dani Pujol y Jesús López fueron importantes saltando desde el banquillo. Otro joven, Carlos López, mediocentro del filial, fue titular por vez primera. «Ha sido una semana complicada», aseveró Kiko, «Castells casi no ha podido entrenar por problemas de espalda y Marenyà ha estado con anginas y fiebre. Forzamos con Carlos López y ha estado perfecto, muy bien. Luego el cambio era Castells, pero ha aguantado como una máquina».

No solo en el centro del campo había problemas, sino también en la delantera. A las lesiones de Antonio Martínez, Rubén Fonte y Gaizka Saizar se unió la expulsión («rigurosa», según Kiko Ramírez) del ariete Tariq Spezie. «En el campo del Torre Levante, Tariq hubiera sido muy útil (se perderá el partido por sanción). Nos tocará inventar en la parte de arriba, pero para eso estoy aquí, para buscar soluciones. Antonio empezará a entrenar pero no creo que llegue al cien por cien, y no queremos arriesgar con él, porque si recae para más tiempo sí será un problema».