Los vecinos de la Vall d'Uixó despidieron ayer las fiestas patronales en honor a Sant Vicent Ferrer con una carga emotiva adicional dado que, de forma excepcional, el acto central de la jornada de clausura fue la procesión, presidida por la reina de las fiestas, Elena Guzmán Segarra, su corte de honor y la comisión, que cumplieron de este modo con uno de los momentos más intensos para los devotos del patrón, acompañarle en procesión desde su ermita por las calles del barrio.

Este acto estaba programado, como es habitual, para el lunes de Sant Vicent, pero la lluvia obligó a suspenderlo. Sin embargo, como explicó en su día el presidente de la comisión, Javier Ondoño, se decidió aplazarlo para el último día de fiestas porque su celebración «es indispensable». Para ello se vieron obligados a sacrificar el pasacalle con el que se despide la semana, que en principio se quiso trasladar al viernes, pero por motivos de logística, al tratarse de un día laboral, no fue posible.

A pesar de ello, ayer por la tarde prácticamente nadie se acordó de esta circunstancia, dado que la procesión podría considerarse una de las citas religiosas más especiales en estas fiestas en la que cientos de vecinos se sumaron a la celebración.

La música también tuvo protagonismo en la última jornada, dado que por la mañana la banda del Ateneu Musical Schola Cantorum realizó el VII Passatjada Musical de Primavera, que consiste en un pasacalle en el que los músicos recorren gran parte. Pero esta no fue su única actuación de la jornada, dado que fueron los encargados de cerrar la programación con el concierto fin de fiestas, en la plaza de Sant Vicent.

Las tradiciones, el deporte, la diversión, la música, las gastronomía, la feria, los actos taurinos y los religiosos han llenado prácticamente dos semanas de actividades pensadas para todos los públicos, que se han caracterizado por la apuesta por recuperar costumbres, como sería el caso de la vuelta de las vacas a la plaza dels Xorros. La ausencia de incidentes ha sido la tónica dominante, salvo por los inconvenientes provocados por la climatología y que obligaron a la comisión a improvisar, pero han conseguido que todas las personas que lo han deseado hayan podido disfrutar de unas fiestas patronales que acaban con el mejor sabor de boca posible para quienes las han vivido.

La alcaldesa, Tania Baños, destacó ayer que «la participación de los vecinos en todos los actos y el buen ambiente» que ha caracterizado a estas celebraciones. «Excepto por algunos cambios por la meteorología, que no se puede controlar, todo ha ido según lo previsto, lo que denota el buen trabajo que ha realizado la comisión de fiestas durante estas dos semanas», concluyó