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CSeM mete presión al bipartito

El gobierno local trata de reconstruir la relación con su socio externo Los ediles de Castelló en Moviment están sometidos al dictado de una asamblea de ciudadanos controlada por Podemos

CSeM mete presión al bipartito

El pasado jueves, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, mantuvo un encuentro informal con el portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, para limar asperezas después del comunicado de este último afeando la poca atención que les presta el ejecutivo municipal. Ambas partes acordaron tender puentes con el objetivo de garantizar la estabilidad del Pacte del Grau, el documento programático sobre el que se cimenta el actual gobierno bipartito PSPV-Compromís, con el apoyo externo de Castelló en Moviment. Un día después de esta reunión, la asamblea ciudadana de Castelló en Moviment acordó abandonar la comisión de seguimiento del Pacte del Grau por sus discrepancias con el bipartito. Estos vaivenes evidencian las tensiones a las que están sometidos los cuatro concejales de la agrupación de electores, obligados a interpretar el doble papel de socio de gobierno y oposición, y que, además, se deben a una asamblea de ciudadanos controlada por Podemos, cuyas resoluciones han de acatar aunque no siempre las compartan. El gobierno local está en vilo, ya que no basta con pactar los temas con los ediles del socio externo, sino que hay que esperar que una asamblea ciudadana los ratifique. Por tanto, los acuerdos del ayuntamiento dependen, en última instancia, de lo que deciden unas decenas de personas en las reuniones de Castelló en Moviment.

Pese a este escenario inestable, el Pacte del Grau no peligra de momento. Castelló en Moviment asegura que el acuerdo programático sigue intacto pese a su renuncia a acudir a las reuniones de la comisión de seguimiento. La agrupación aspira a redefinir las relaciones con el ejecutivo municipal para tener un papel más protagonista y marcar desde la oposición la acción de gobierno. Pretende mantener una constante presión sobre el ejecutivo para que los acuerdos del Pacte del Grau se cumplan. Desde la formación critican que el equipo de gobierno no les informe con antelación de temas relevantes, como ocurrió con el proyecto de remodelación del Grau, del que se enteraron a través de los medios. Por ello criticaron a la alcaldesa a través de una nota de prensa, respondiendo con la misma medicina.

El bipartito, por su parte, trata de rebajar la tensión y no se plantea otro socio que no sea Castelló en Moviment (descarta un acercamiento a Ciudadanos). Resta importancia a la crisis de los últimos días e interpreta que los concejales de la agrupación de electores tratan de justificarse ante sus bases. Desde el ejecutivo inciden en que Podemos controla la agrupación de electores, por lo que en el actual escenario nacional podría interesarle tensar los pactos municipales. También reseñan la dificultad que supone depender de un socio maniatado, ya que todos los temas de calado los ha de consultar con una asamblea.

El órdago de Castelló en Moviment ha provocado la reacción del gobierno local. Los asamblearios se quejaron de que el ejecutivo no se hubiera reunido con ellos antes de que con el resto de grupos para abordar la reforma de las ordenanzas fiscales. Tras el encuentro de los cinco grupos políticos mantenida ayer para tratar este asunto, hubo una a tres bandas entre el bipartito y Castelló en Moviment. La agrupación de electores valoró este gesto político, aunque advirtió al PSOE -y no a Compromís- de la necesidad de promover cambios profundos.

El PP manifestó que «la crisis que ha aflorado entre los socios que sustentan el gobierno local es una muestra más de la debilidad de Amparo Marco y mantiene paralizado el ayuntamiento».

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