El presidente de la Junta de Festes de Castelló, Juanvi Bellido, sólo tiene el camino libre para expulsar a uno de los dos vocales críticos. El nombramiento de José Miguel Rebollo depende de la Federació de Colles y desde diferentes sectores festeros se da por seguro que Bellido no tendrá más remedio que asumir la continuidad de Rebollo.

El presidente de la Junta todavía no ha remitido al Patronato, según fuentes de la organización, un informe con la petición de las bajas. Esta demora evidencia las dificultades de Bellido para llevar a término sus planes iniciales De entrada pensaba que podía expulsar a vocales de su equipo sin solicitar la autorización del Patronato, pero la Junta se debe al mismo y ha de contar con su confirmación. Es por ello que la semana pasada el ayuntamiento desautorizó los ceses planteados por Bellido y le instó a presentarlos a través de un escrito formal donde argumente sus razonamientos. Luego lo analizará y si los argumentos están fundamentados daría luz verde a las expulsiones.

Pero en el caso de Rebollo ya no sólo es una cuestión del Patronato; en este caso el consistorio sostiene que la destitución la ha de ratificar la Federació de Colles al proceder su designación de este colectivo. La entidad que preside José Luis Santolaria ya ha manifestado su intención de mantenerse al margen de este conflicto y espera que se resuelva en el seno del Patronato. No piensa firmar nada y Bellido no le exigió en una reciente reunión un respaldo para despedir a Rebollo.

De esta manera, parece que el presidente de la Junta sólo podrá actuar contra Ana Alegre al ser un nombramiento suyo. En este caso, el ejecutivo local eludirá un enfrentamiento abierto con la Junta y no pondrá impedimento si es que finalmente se reclama la destitución de Ana Alegre.

El ayuntamiento sigue sin fijar una fecha de la reunión del consejo rector del Patronato, donde hay representantes de la corporación municipal y de colectivos festeros, probablemente, según fuentes municipales, tendrá lugar este viernes. En principio realizará un balance de la última Magdalena y se desconoce si abordará la crisis de la Junta. Los partidos políticos con representación se han mostrado reacios por ahora a valorar la situación de la Junta.

La Junta afronta esta semana con una calma tensa. Se han reducido las tensiones públicas de las últimas semanas, pero las fricciones siguen latentes.

Bellido mantiene la mira con Alegre y Rebollo, con quienes las relaciones son irrecuperables. Ambos quieren la marcha de Bellido al considerar que adolece de condiciones para encabezar la Junta de Festes. Sus afines subrayan que ha sido elegido en una asamblea y dan pábulo a una supuesta injerencia del equipo de gobierno. Los críticos afirman hasta seis vocales (incluyendo a Alegre y Rebollo) podrían dimitir si Bellido continúa en la presidencia.

Cinco bajas

La Junta de Bellido ha registrado cinco bajas en sólo seis meses de mandato. Tres de los mismos han alegado motivos personales y otros dos admitieron diferencias con otros integrantes del equipo, a los que reprocharon una supuesta desidia y un excesivo protagonismo.

A esta crisis hay que añadir una denuncia presentada por una funcionaria del Patronato de Fiestas contra el presidente de la Junta por «presuntas amenazas». Bellido también ha recibido una queja del jefe de Protección Civil por supuestas ofensas en la Cabalgata de Reyes.