El Ayuntamiento de la Vilavella tiene previsto acometer en breve una recuperación integral del popular Barri dels Espardenyers, una de las zonas más altas del casco urbano y que se considera «el núcleo urbano primitivo», según explicó la concejala de Patrimonio, Loles Orenga, quien aseguró que el objetivo final de este proyecto es «revertir la situación de abandono actual e intentar que el barrio vuelva a tener el esplendor y la belleza que ha perdido».

Para poder desarrollar la recuperación planificada, el consistorio ha pedido subvenciones a la Agencia Valenciana de Turismo, dado que el entorno tiene un atractivo fácilmente constatable en una simple visita por estas calles, en su mayor parte empinadas y serpenteantes, propias de una zona urbana en las faldas de una montaña. El primer paso que se ha dado, sin embargo, incluso antes de tramitar la petición al gobierno autonómico, ha sido «solicitar permiso a los propietarios del barrio para pintar las fachadas del típico color blanco, lo que correrá a cargo del ayuntamiento y la respuesta en todos los casos ha sido positiva».

Según Loles Orenga, esta sería la primera «de una serie de intervenciones a las que seguirán otras para poner en valor nuestro patrimonio y regenerar, en la medida de lo posible, esta zona, de manera que tanto los propios vecinos, como el resto del pueblo y los visitantes disfruten de un entorno tan privilegiado».

El trazado del barrio «es el típico de la época musulmana, con calles estrechas, tortuosas y empinadas, debido al desnivel de la montaña». De hecho, está constatado que estuvo habitado por moriscos hasta su expulsión en el año 1609. Orenga señala que «las casas eran humildes, normalmente de una sola planta y las fachadas eran todas blancas con los dinteles de las puertas y las ventanas de color azul», esta sería precisamente la imagen que se pretende recuperar.

La edil de Patrimonio aseguró ayer que «esta arquitectura típicamente mediterránea perduró en la Vilavella hasta casi la década de los setenta, desde entonces la degradación ha sido lenta pero constante». Loles Orenga lamentó que, a pesar de existir una normativa urbanística «aprobada en 1990 destinada a frenar este deterioro, por desgracia no se ha hecho cumplir».

Testimonios sobre la singularidad de esta zona y sobre cómo era en su origen existen en los dos museos de la localidad, especialmente en el dels espardenyers, que se encuentra en una de las calles de este barrio. Su origen, como el del municipio de la Vilavella, es incierto, como relató Orenga aunque al tratarse del casco antiguo original del municipal se cree que podría datarse en el siglo XII, «el primer documento donde aparece el nombre de Nules, actual la Vilavella, es la donación por parte de Ramón Berenguer IV de la Vila y castillo de Nules a la Catedral de Tortosa en el año 1148». Noventa años después el castillo fue conquistado definitivamente por Jaume I.