Los conocimientos agrícolas, unidos a las dotes mecánicas, llevaron al castellonense Francisco Sanahuja a patentar hace ya unas décadas una prensa de fácil manejo para la producción de aceite y vino a pequeña escala de manera artesanal. Un ingenio que ha traspasado fronteras y que ha llegado a países como Chile y Argentina, a la vez que se orienta hacia nuevas aplicaciones, como la industria cosmética.
Francisco Sanahuja, oriundo de Xodos, fundó hace ya 40 años el negocio de maquinaria agrícola que lleva su nombre y al que se han unido su hija Fabiola, experta en enología, y su yerno Txomin. La prensa mecánica ideada por el fundador (y desarrollada posteriormente con la ayuda de ingenieros) ha tenido una gran aceptación porque la extracción del aceite se hace en frío, conservando intactas las propiedades de la materia prima, frente a las máquinas centrífugas.
Este artilugio está pensado para la producción de vino y aceite a pequeña escala, con una capacidad que oscila entre los 350 kilos y los 90.000 kilos por temporada, según el tamaño de la prensa. Por ello, el establecimiento abastece a pequeñas bodegas y almazaras y, sobre todo, a particulares que producen en el ámbito doméstico sin fines comerciales.
Nuevas aplicaciones
La prensa mecánica tiene múltiples aplicaciones. Además de la oliva y la uva, se utiliza para producir aceite de almendra y de Argán, destinado al campo de la cosmética. La empresa está realizando pruebas con el noni, una fruta originaria del sudeste asiático a la que se atribuyen valores medicinales y del que se extraen aceites esenciales. Incluso tiene como clientes casas de masaje de lujo que fabrican sus propios aceites.
A partir de su artilugio estrella, Francisco Sanahuja ha desarrollado un amplio surtido de máquinas agrícolas, orientadas especialmente a la elaboración del vino y el aceite de oliva. Oferta depósitos para fermentar y mantener el vino, estrujadoras de uvas o escurridores y encorchadoras para las botellas, entre otras cosas. También proporciona fermentadores a la incipiente industria de la cerveza artesanal y a los apicultores. Además, fabrica plantadoras manuales de hortalizas, consistentes en una especie de fusil que permite fijar el plantón en tierra sin necesidad de agacharse.
Todos estos ingenios pretenden contribuir al desarrollo de una agricultura ecológica dedicada al autoconsumo, así como a la preservación del mundo rural. Un campo con futuro, ya que cada vez hay más personas preocupadas por una alimentación sana y por volver a las raíces de la tierra.
