La ciudad de Vila-real vuelve a convertirse estos días en la «capital mundial de la mediación policial», en la segunda edición del Congreso Iberoamericano de Mediación Policial que se celebra hasta el viernes en el Auditorio Municipal Músic Rafael Beltrán Moner con más de 400 congresistas y 40 ponentes. El alcalde de la ciudad, José Benlloch; el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el rector de la Universitat Jaume I, Vicent Climent, y el intendente general jefe de la Policía Local, José Ramón Nieto, inauguraron un congreso que persigue «profundizar en los valores del diálogo y el acuerdo» como instrumentos efectivos y eficaces para la resolución de conflictos y la «construcción de paz».
Benlloch quiso destacar sobre todo el papel de la Policía Local de Vila-real, a través de la Unidad de Mediación Policial y la Cátedra de Mediación Policial de la UJI, para consolidar «una metodología todavía incipiente pero que ya ha demostrado toda su potencialidad». Aquella unidad policial que nacía de manera pionera en 2004, dando respuestas nuevas a realidades diferentes, «hoy marca el camino a seguir para cuerpos policiales de todo el mundo», señaló el alcalde.
Es por ello es que el próximo paso, como anunció ayer Benlloch, será poner en marcha una extensión del Instituto Valenciano de la Seguridad Pública y Emergencias (Ivaspe) de Cheste, para lo que ya se está ultimando «un convenio con el Consell para abrir en Vila-real una Escuela de Mediación Policial», señaló.
Para seguir consolidando esta disciplina, desde el punto de vista teórico y práctico, Benlloch aboga por una reforma de la ley autonómica de Policía Local que «permita dotar de mayores medios a nuestros cuerpos de seguridad municipales, los más próximos a los problemas de la gente, incorporando la cultura mediadora como parte intrínseca del trabajo de los agentes», una reforma en la que, puntualiza, la Generalitat Valenciana ya viene trabajando en los últimos meses.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, calificó la mediación policial como un procedimiento «profundamente equitativo» porque «pone en pie de igualdad a los antagonistas con independencia de cual sea su origen, su condición social o económica». Para el jefe del Consell, este tipo de procedimientos para la resolución de conflictos no solo es útil por «su rapidez, su proximidad y su ánimo preventivo», sino que aporta una ventaja respecto a otros, «dado que da acceso a la justicia a personas que están en una situación de desigualdad».
El presidente quiso reconocer el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento de Vila-real, dado que su iniciativa «demuestra el valor institucional del poder local en la expansión de debates globales». Además, ha resaltado la decisión de trabajar junto a la Universitat Jaume I de Castelló para poner en marcha un cátedra sobre este tipo de mediación que, según ha indicado, «puede internacionalizar tanto la ciudad como la propia universidad». En la misma línea, el rector de la Universitat Jaume I, Vicent Climent, incidió en la importancia de encuentros como el congreso iberoamericano para consolidar una disciplina «todavía incipiente» y «avanzar en valores como el respeto, la libertad y la justicia, que son los valores de la convivencia pacífica».
La jornada de mañana, que contará con la entrega del premio Josep Redorta, profundizará en la implementación de la mediación en cuerpos policiales de Iberoamérica, mientras que el viernes el premio Nobel alternativo y fundador de les Estudios de la Paz, Johan Galtung, centrará las ponencias de la sesión de clausura.
