El Villarreal CF cumplió con creces su cometido y, aunque encajó dos goles innecesarios, certificó su presencia en las semifinales de la Liga Europa tras dejar en el camino al Sparta Praga. Pese a contar con la ligera ventaja que le daba el 2-1 de la ida, el submarino mostró toda su efectividad y marcó cuatro goles que no dieron opción a nada a los checos.

Si en El Madrigal Bakambu anotaba su primer gol cuando apenas se había cumplido el primer minuto de juego, tampoco tardó demasiado el delantero franco-congoleño en dejar claras las intenciones de su equipo con un tanto que liberaba considerablemente al plantel. Corría el minuto 5 y Bakambu aprovechaba un gran pase de Trigueros para superar a la mermada defensa checa y batir a Bicik.

Sabía el submarino que era fundamental marcar un gol rápido y no encajar para estar en el sorteo de Nyon, y los de Marcelino no pudieron hacerlo mejor. Firmes en defensa como acostumbran, los villarrealenses frenaron las embestidas del Sparta Praga tras el gol de Bakambu aunque bien es cierto que le permitieron acercarse a la portería de Areola -esta vez Asenjo se quedó en el banquillo- con más peligro de lo esperado. La más clara de todas llegó al filo del descanso en un fuerte lanzamiento de Konaté, que llegó con facilidad al área villarrealense y lanzó el balón fuera por muy poco.

Dos goles en tres minutos

Pero del posible 1-1 se pasó al 0-2 y al 0-3 antes del descanso. Porque, a diferencia del partido de ida, el Villarreal no perdonó las ocasiones que tuvo y se plantó con una ventaja definitiva al descanso gracias a los goles anotados por Denis Suárez y Bruno en apenas tres minutos.

La eliminatoria estaba sentenciada y solo quedaba confiar en que los segundos 45 minutos pasaran rápido. Por lo que pudiera suceder, Bakambu no se conformó con el tanto del primer tiempo y sumó uno más a su particular cuenta goleadora nada más arrancar la segunda parte. Gol oportunista ya que el pichichi amarillo se adueñó de una pelota suelta en el área checa para establecer el 0-4.

Ese tanto no solo permitió relajarse a los futbolistas del Villarreal sino que espoleó a los locales. El Sparta Praga apeló a la épica en busca de un imposible, pero lo que sí que consiguió es ganarse a su afición gracias a la actitud mostrada y los dos goles casi consecutivos con los que maquilló el resultado y la eliminatoria.

Primero Dockail, y cinco minutos después Krejci, pusieron en el electrónico el 2-4 con el que se acabaría el partido.

Los checos habían sacado partido al estado de relajación incontrolable e inconsciente del plantel villarrealense, que a esas alturas del partido ya había cambiado algunas de sus fichas -habían entrado Jaume Costa, Dos Santos y Baptistao- para dar descanso a otros más habituales como Mario, Trigueros o Denis Suárez.

Tuvo alguna ocasión aislada el Villarreal en los últimos minutos y también siguió probando suerte el Sparta Praga, guiado más con el corazón que con la cabeza, pero el marcador ya no se movió y el submarino se adjudicó, por méritos propios, su pasaporte para las semifinales de la Liga Europa.