Por contradictorio que parezca hay personas que no dejan de fumar aunque este hábito les haya hecho enfermar, lo que demuestra la dificultad para erradicar el tabaquismo. La cifra resulta preocupante: el 40 por ciento de las personas que padecen EPOC, la enfermedad pulmonar crónica más común, siguen fumando después de ser diagnosticadas, según reveló ayer el experto en tabaquismo de la Sociedad Valenciana de Neumología (SVN), Rafael Peris, en el XXIII Congreso médico de la entidad celebrado en Castelló.

Por ello, reclama más esfuerzos en la lucha contra el tabaquismo, una adicción que afecta al 20 por ciento de la población en Castelló. Peris aseguró que «si no hacemos algo, la mitad de ellos puede morir de una enfermedad respiratoria». En este sentido, pidió la colaboración de toda la sociedad, empezando por la administración, a la hora de hacer cumplir las leyes, y terminando por el personal sanitario, en la prevención y tratamiento de este trastorno.

Por su parte, la sociedad de neumólogos, que este año ha dedicado sus esfuerzos a sensibilizar sobre la EPOC y el tabaquismo, ha organizado aulas para concienciar a pacientes que, pese a sufrir enfermedad pulmonar, no abandonan el cigarro.

El perfil predominante de fumador es el de un varón de mediana edad, aunque en los últimos años se había experimentado un crecimiento de la incidencia en mujeres. La edad de inicio en consumo de tabaco se mantienen entre los 13 y los 18 años.

La desconocida EPOC

Muchos fumadores acaban padeciendo EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que afecta al 10 por ciento de la población española y mata cada año a 18.000 personas. Pese a su alta prevalencia, es una patología infradiagnosticada, según advirtió la doctora Elsa Naval, coordinador del grupo de trabajo de la Sociedad Valenciana de Neumología dedicado a la EPOC.

«La gente que fuma asocia al tabaco síntomas como la tos o la fatiga y no acude al médico, por eso la mayoría de casos se diagnostica en estadios moderados o severos de la enfermedad», señaló la experta. De hecho, se calcula que el 70 por ciento de las personas que padecen esta patología no lo saben.

La enfermedad es tratable, pero no curable. De ahí la importancia de un diagnóstico temprano. En este sentido, Naval recordó que con una simple espirometría (una prueba respiratoria que mide la capacidad pulmonar) es posible detectar la enfermedad. Considera que en las consultas los médicos deberían realizar este control de forma habitual a aquellos pacientes que presenten riesgo de padecer EPOC.

El congreso, que ha reunido en el Hotel Luz a unos 200 profesionales de neumología, cirugía torácica y enfermería, continuará hoy con charlas sobre enfermedades respiratorias.