La Ronda Magdalena, una de las grandes arterias de la zona norte de la ciudad, guarda uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad, el bar Casa Carmen. Este negocio fue fundado hace ahora 44 años por Carmen, la madre de la actual propietaria, Mariló Romero, que comenta, entre risas, y mientras sigue preparando café para un cliente, que muchos de los asiduos a este bar siguen dirigiéndose a ella con el nombre de su madre, a lo que ella responde con toda normalidad, e incluso gusto.
A las 8 de la mañana el bar Casa Carmen abre la persiana, y hasta bien entrada la noche, las 22 horas, no deja de servir tapas, bocadillos de longanizas, de tortilla de patata o revuelto, además de tostas de tomate o mantequilla.
Los clientes habituales durante las mañanas en el bar son los empleados de oficinas y comercios de la zona, aunque no sólo, también vecinos que se trasladan hasta el tradicional Mercat de Sant Antoni, para comprar. El goteo de asiduos no cesa hasta última hora de la tarde, aunque hay varios puntos álgidos a la hora del desayuno, poco después de abrir, sobre las 8.30 horas, y del almuerzo, cerca de las 10 horas, o merienda, sobre las 18 horas.
La estrella indiscutible de este establecimiento es quizás la tortilla de patata, gruesa y esponjosa, que los clientes suelen tomar en tapa o como parte de un bocadillo, y a la que siempre le acompaña un tarro de alioli casero y otro de aceitunas. Tapas de chistorra con setas, longanizas y botifarra con cebolla, panceta con tomate cherry o revuelto con longanizas, entre otros muchas tapas, componen la cocina tradicional bar Casa Carmen.
Pero junto a la amplia oferta gastronómica, otra de las grandes atracciones de este céntrico bar de Castelló es su concurrida terraza, a la que le da el sol durante las mañanas, y en la que es difícil encontrar mesa en las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más altas.
