Pasan las jornadas y el Castellón se apura para seguir sobreviviendo en el campeonato. Los de Kiko Ramírez afrontan el último mes de la competición dependiendo de sí mismos para disputar la promoción de ascenso. Descartada la primera plaza, inalcanzable ya el líder Atlético Saguntino, los albinegros cierran una jornada más en la cuarta plaza. Le quedan cuatro partidos, los cuatro contra equipos que se juegan la permanencia, y empiezan el sprint final con 58 puntos, a medio camino entre el anhelo de pelear por la segunda plaza y el temor de dosificar distancias respecto a la quinta.

La mala noticia es que el Castellón va muy justito. Se le acumulan las bajas, en especial en la zona de ataque, y solo ha ganado uno de los últimos seis partidos. La buena es que el equipo sobrevive, depende de sí mismo y tiene incluso margen para el error. Custodia tres puntos de ventaja respecto al quinto, el Villarreal C, al que además le tiene ganada la diferencia de goles particular. Es decir, con independencia de los resultados que obtenga el trío perseguidor que forman Villarreal C, Alzira y Orihuela, el Castellón disputará la promoción de ascenso si gana tres de los cuatro partidos que le quedan.

El primero será el domingo en Castalia, a las 17 horas. Los de Kiko Ramírez, que recuperarán al sancionado Tariq en punta, recibirán al penúltimo, el Benigànim. Después visitarán el feudo del Buñol, recibirán al Paterna y cerrarán la Liga en la cancha del Recambios Colón, que por entonces puede estar salvado, descendido o jugándose la permanencia.

Ese brete determina asimismo la exigencia de las últimas jornadas. Al Elche Ilicitano, segundo con 63, le queda recibir a Buñol y Recambios Colón y visitar a Paterna y Rayo Ibense. Al Ontinyent, tercero con 62, viajar a Alzira y Muro, y recibir a Villarreal C y Novelda. Al principal perseguidor, el Villarreal C, quinto con 55, le quedan dos salidas difíciles: la mentada a Ontinyent y la última jornada en Sagunt, con un rival que ya será campeón. A cambio, recibirá al colista Acero y al Borriol. En definitiva, un mes de emociones fuertes.