El Villarreal C se quedó con la miel en los labios. De verse ganador en el minuto 86 con el gol del burgalés Mario González a ver como el Jove Español, a la desesperada, le empataba el marcador (2-2) en el descuento. Gol polémico que fue protestado y eso le costó hasta cuatro amarillas al equipo de Carlos Pérez Salvachú, que ayer perdió una clara oportunidad para acercarse a un punto del cuarto clasificado. El tiempo apremia y cada vez quedan menos jornadas para intentar el sueño que entrar en zona de play-off.

Y eso que el partido se preparó con mucho mimo durante toda la semana. Se repasaron vídeos del contrincante, pero al final un rival que estaba y está caminando sobre el fino alambre del descenso le empató y le privó de sumar dos puntos. El que sumaron no tuvo un buen sabor. Fue un punto de hojalata.

Resultado final al margen, el partido que realizó el Villarreal C no fue malo. El Jove Español tuvo dos ocasiones y las aprovechó. El filial amarillo tuvo cinco, una en el minuto 93, y sólo aprovechó dos. Llegó a remontar el 1-0 el equipo de la Plana Baixa, pero el empate dejó bastante tocado al conjunto vila-realense.

A los doce minutos primer disgusto. Falta en las proximidades del área grogueta que la defensa despejó mal y allí apareció el goleador local Carles Ruzafa para superar a Joan Femenías. Peor imposible. Con el 1-0 el Jove se encerró atrás con descaro. Dominó hasta aburrir el Villarreal C, que se volcó sobre la portería de Pablo Coronado. Con esa ventaja local se llegó al descanso.

En la reanudación pronto llegaría el empate. El extremo alicantino Javi García, que había salido en el descanso. engatilló un buen disparo desde fuera del área para colorar el 1-1 y abrir la puerta de la esperanza. El Jove parecía dar por bueno el 1-1 porque no abrió líneas. Se quedó atrás aguantando el acoso amarillo.

En el minuto 86 llegaría el segundo gol del filial. Javi García sacó un córner y Mario González remató al fondo de las mallas. Alegría total. Ésta duró muy poco. Cuatro minutos. En otra acción a balón parado (otra falta) llegó el 2-2 definitivo. El lateral Luis Ortiz subió a rematar ese golpe franco y envió el cuero a la red. Jarro de agua fría. Eso llegó en el minuto 91. En el 93 se pudo marcar el 2-3, pero la suerte no acompañó en esa acción al equipo de Carlos Pérez Salvachúa.