El ayuntamiento de Moncofa ha adjudicado las obras de urbanización del PAI Mangraner, en la playa de la localidad, un proyecto que, según se informó ayer, lleva paralizado desde el año 2012 en un estado de ejecución del 80%, pero que al encontrarse en una zona que registra una gran afluencia de tráfico, tanto en verano, como en invierno, «queremos darle una salida cuando antes y desbloquear una situación que es consecuencia de la parálisis de gestión del anterior gobierno socialista», denunció ayer el actual alcalde, Wenceslao Alós.

Este proyecto se planteó hace unos seis años, pero tras los problemas de la urbanizadora, el consistorio, dirigido por el PSPV de Jaime Picher, decidió asumir la gestión para rematarlo, sin embargo, como destacó su sucesor en el cargo, no se realizó ninguna tramitación al respecto.

Se trata de un PAI (Plan de Actuación Integrada) pequeño, que solo afectaría a unos 100 o 150 metros de fachada en el camí Serratelles. De hecho, en los solares en la actualidad permanecen los esqueletos de varios adosados. Independientemente del destino de estas viviendas, desde el ayuntamiento se quiere finalizar la urbanización porque en este tramo «se produce un estrechamiento de la vía, no hay aceras, ni tampoco farolas», lo que supone un riesgo para vehículos y peatones.

La situación además se agrava porque en la fachada frontal existe una parcela que invade parte de la calzada, creando un cuello de botella, un problema que según señaló Alós «también queremos solucionar», aunque es una cuestión que no tiene que ver con el PAI del Mangraner. La intención sería mantener contactos con el propietario de la vivienda afectada y llegar a un acuerdo que hasta ahora «no se ha producido».

En cualquier caso, la actuación más inmediata es la que afectará al PAI abandonado. En concreto las obras se han adjudicado a la empresa Pavasal. El proceso se inició invitando a un total de siete empresas a presentar sus ofertas, tres locales y cuatro de fuera del municipio. Al final solo tres respondieron a la invitación haciendo una propuesta. «Como la urbanización ya está planteada y solo hay que rematarla no se han incorporado mejoras y se ha adjudicado a la empresa que ha presentado una oferta más económica», explicó Alós.

Plazo de ejecución de 3 meses

La adjudicación salía por algo más de 54.500 euros y finalmente se realizará por casi 48.270, lo que supone una rebaja del 11%. Aunque el plazo de ejecución es de tres meses, el alcalde no confía en que las obras estén finalizadas en verano, aunque lo más importante para el consistorio es que se desbloquee la situación y se garantice la circulación y el tránsito por la zona lo más pronto posible. La actuación incluirá la instalación de los servicios que quedan pendientes, entre ellos la iluminación, la conclusión de las aceras y el asfaltado de la zona, entre otras cosas.

Wenceslao Alós explicó además que el consistorio está manteniendo negociaciones hasta con 4 PAI's más que presentan un estado de bloqueo en la actualidad. A todos los urbanizadores se les ha informado de que «es necesario que acaben el trabajo», las empresas que están en funcionamiento «están predispuestas a hacerlo» y en el caso de las que no pueden asumir la inversión «tendrá que intervenir el ayuntamiento, porque se tiene que solucionar».

Aunque el PAI es de pequeñas dimensiones, el alcalde asegura que la resolución de esta situación «beneficiará al conjunto de la población», así como a las personas que transitan por la zona a diario. La urbanización se encuentra a pocos metros de un complejo turístico y se considera un acceso principal al casco urbano marítimo por la costa.