Agentes de la Policía Local que intervinieron tras el atraco de «El Solitario» a una sucursal bancaria de la Vall d'Uixó en 2000 admitieron haber disparado al coche conducido por un compañero que resultó herido porque pensaban que se trataba del vehículo de apoyo del atracador. Así lo manifestó ayer un guardia civil que participó en la investigación y que ha declarado en calidad de testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Castelló contra Jaime Giménez Arbe por tres delitos de homicidio en grado de tentativa y uno de robo con violencia.

Según el testigo, agentes que prestaron declaración durante la instrucción le dijeron que habían disparado al vehículo todoterreno por delante y por detrás hasta que se dieron cuenta de que lo conducía un policía. El agente resultó herido cuando una bala que atravesó el parabrisas le pasó rozando la cabeza y los cristales le provocaron cortes en los ojos y en la cara. Ese disparo se le atribuye al atracador, pero la defensa considera que este extremo no queda acreditado, ya que, tal y como atestiguó ayer el guardia civil, la policía disparó al coche.

De esta manera, el abogado de «El Solitario», Javier Álvarez, asegura que sólo se le pueden imputar delitos por haber herido a dos agentes de la Policía Local y no a tres. Además, argumenta que los hechos son constitutivos de delitos de lesiones y no de tentativa de homicidio porque les disparó en las piernas. «Jaime en ningún momento tiene ganas de matar, pues si hubiera querido, podría haber acabado con la vida de varios agentes», señaló el letrado, quien considera que el fiscal ha calificado los hechos de homicidio en grado de tentativa «porque los delitos de lesiones estarían prescritos, al igual que el robo».

Por otra parte, a preguntas de la defensa sobre si un policía local declaró en su día que el atracador no quería matarles porque «tiraba muy alto» y sólo pretendía «huir», el guardia civil señaló que no lo recordaba, pero que sí le indicó que no llegó a dispararle.

Armas y dinero

Durante la segunda sesión del juicio, declararon también varios agentes de la Policía Nacional que participaron en el operativo de detención de «El Solitario». El acusado fue arrestado en el año 2007 en Portugal, donde estaba planeando otro atraco, según un instructor de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Le intervinieron una pistola y un subfusil, este último fue el que utilizó en el tiroteo de la Vall d´Uixó. Además, en el registro realizado en dos de sus propiedades en Madrid se incautaron de más armas, según otro agente, quien no pudo concretar si se correspondían con las empleadas en el atraco.

Entre los testigos que prestaron declaración ayer se encontraban también varios guardias civiles encargados de la inspección ocular y de la reconstrucción de los hechos. Algunos de ellos tuvieron que recoger el dinero que se le cayó al atracador en su huída y, según señalaron a preguntas de la defensa, no vieron a ningún viandante llevarse billetes. Los agentes lograron recuperar 18.700 euros de los 20.000 que el atracador robó en la sucursal. Sin embargo, el abogado defensor sostiene que el dinero que falta no se lo llevó el «El Solitario», sino vecinos anónimos que pasaron por el lugar de los hechos.

La Fiscalía pide 31 años de prisión para el procesado, que actualmente cumple condena en prisión por matar a dos guardias civiles en Navarra. El juicio concluirá hoy con la tercera sesión en la que están previstas las declaraciones de más testigos.