El president de la Generalitat, Ximo Puig, aprovechó su intervención en el acto de presentación para reclamar ante el Gobierno central, una vez más, una financiación más justa y para reivindicar las medidas sanitarias y sociales de las que el Consell ha hecho bandera y que pueden estar en peligro, como las ayudas para aliviar la ley del copago farmacéutico (recurridas por el Gobierno central) o el acceso universal a la sanidad, el primer decreto que firmó como presidente. «Resulta repugnante que una parte de la sociedad no tenga acceso a la sanidad por su origen y que otra haya tenido que renunciar a sus tratamientos porque la pensión no le daba para pagar», aseguró Puig. Por otra parte, Puig ahondó en la intención del Consell de revertir las concesiones sanitarias (está de hecho incluido en el IV Plan de Salud) asegurando que había «bases razonables» para revisar las áreas de salud privatizadas y que «análisis rigurosos» como el de la Sindicatura de Comptes habían afirmado que algunos servicios se darían «con menor coste» desde la gestión pública, en referencia al contrato de las resonancias magnéticas. El president dijo «sí» a la colaboración público-privada siempre que esta decisión no se decante «en favor del interés particular». v. salinas valencia