Los miembros de la AMPA del colegio Regina Violant de Almassora se concentraron ayer a la salida del actual centro de educación para reclamar por tercera vez en este curso la construcción definitiva del nuevo aulario, después de diez años de espera. Según manifestaron algunos de los representantes de la AMPA una vez finalizó la movilización, «estamos hartos de aguantar retrasos y excusas a nivel político que lo único que han hecho es que nuestros hijos lleven diez años en barracones, esperando una obra que no llega».
El pasado 19 de abril se cumplían dos meses desde que las obras de construcción del nuevo colegio Regina Violant deberían haberse iniciado en el solar adyacente al polideportivo de La Garrofera. Pero tal y como recordaban ayer tanto las pancartas como las quejas de los madres y padres que se citaron a las puertas del centro, son ya diez años los que llevan «soportando una situación que hará que algunos niños hayan entrado y salido del colegio sin haber visto la primera piedra del nuevo colegio», tal y como recordaba una madre mientras sostenía una de las pancartas alusivas al retraso. A las 16.20 horas, y aprovechando los cortes de tráfico que cada día se realizan a la salida del alumnado, un centenar de padres y madres se concentraron junto al colegio. En esta ocasión no hubo lectura de manifiesto como en las anteriores, ya que como indicaron desde la dirección del AMPA «en la anterior concentración ya expusimos los motivos de queja que teníamos respecto a la firma de la dirección de obra. Ahora lo que queremos es que comiencen las obras, no explicaciones o argumentos para un retraso que ya se alarga dos meses».
Bajo el lema «Conselleria, nuestros hijos no son ganado», los afectados por los continuos retrasos en los trámites necesarios para la construcción del nuevo centro educativo dejaban claro tanto su principal reivindicación como la administración pública responsable de la situación. «A ver si de esta forma les entra algo de vergüenza», recordó el mismo presidente de la AMPA, José A. Rivera, mientras se lamentaba de que «creo que todo el mundo entiende que el alumnado no puede pasar toda su etapa escolar en barracones. Ni es justo, ni debería haberse producido esta situación durante diez años». Precisamente en alusión a la década de espera desde que se diera por inaugurado el Regina Violant con todas sus aulas conformadas por barracones, algunos de los padres mostraron las palmas de sus manos mientras otros sostenían las pancartas que hacían referencia a un «colegio digno sin barracones». La concentración terminaba con la colocación de las pancartas en las vallas exteriores del aulario prefabricado, con el objetivo de que «hagamos todo lo posible para que cada vez haya más gente que se sume a nuestras reivindicaciones y a la vez se conozca un retraso vergonzoso que dura ya más de diez años», como señalaba otra de las madres presentes en la movilización.
A la concentración se sumaron la alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, y las concejalas de Educación, Maria José Tormo y de Servicios Sociales, Diana Belliure. Tanto Nicolau como el mismo presidente del AMPA se mostraron mínimamente esperanzados en que la reunión de la próxima semana en la que la Conselleria recibirá tanto a los representantes municipales como a una delegación de la AMPA, sirva para «cerrar definitivamente los trámites previos y las obras comiencen cuanto antes».
